Capitulo 4

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CAPITULO 4

Él debía tener muchos problemas de arrogancia si pensaba que había venido hasta aquí solo para verlo a él. Aún tenía la sensación de que lo conocía de algún lado, ignoré por completo la sensación que me provocó su mirada.

―No estoy aquí por ti.

Traté de mirarlo a los ojos mientras hablaba. Sentía que sí, tenía mucho contacto visual con él, terminaría siendo indiscreta y preguntándole directamente si lo conocía de algún lado, no quería parecer una loca, quizá sólo estaba siendo paranoica. Debía admitir que, su mirada y todo él era intenso, ponía los pelos de punta de tan solo darle un mirada, y lo más extraño de todo aquello era que, sus ojos eran comunes, no tenían nada de especial, aun así, provocaban cosas, tenía claro todo aquello, aun así, me las ingenié para no parecer afectada. Él era muy intimidante. Demasiado diría yo.

― ¿A no? ―él dio un paso cerca de mí y se quitó los lentes de sol. Relamió sus labios antes de agregar: ―Esa linda miradita me dice otra cosa.

Me alejé de él, no me gustaba su tono, él hablaba como si me conociese, me sentía en desventaja, yo no lo recordaba de ningún lugar, además, no podía tenerlo así de cerca, me sentía estúpida, yo no podía sentirme así por alguien que apenas conocía, aquello no era normal.

―Arrogante.

Él sonrió mostrándome una perfecta dentadura. Como si yo fuese una niña pequeña palmeó mi hombro antes de caminar hacia Corni. Me quedé toda intrigada allí, con la cara vuelta una etcétera. Él debía decir algo más, merecía al menos una explicación de por qué él sabía mi nombre y dirección, pero no, él solo se arrodilló delante de Corni y le dijo algo que no escuché. Después me dio una corta mirada y dijo:

―Debo irme ya, abuelo.

Yo estaba todavía allí quieta, me cruce de brazos cuando él se levantó y salió por la puerta sin decir ni una palabra más. Aquello era extraño.

Mire una última vez el lugar. Las paredes blancas y el suelo oscuro daban depresión. El anciano en el suelo me miró con curiosidad pero no dijo nada, luego como si hubiese recordado algo me gritó que lo dejara solo. Le sonreí y salí de allí.

_______

― ¿Qué son estas horas de llegar?

Ni siquiera había abierto bien la puerta cuando escuché la voz de mi mamá. Ella venía bajando las escaleras con el ceño fruncido y tu típica cara acusatoria. Se cruzó de brazos cuando bajo completamente.

―Mamá.

Ella elevó ambas cejas, me indicó que le dijera. Así era ella, una mujer cariñosa y al mismo tiempo recta.

―Estaba visitando a...

―Juan Luis ―Terminó por mí, su rostro ya no estaba tan enojado como antes, ahora más bien parecía preocupada ― ¿Que te he dicho sobre eso? Es mejor que te alejes un poco de él.

Me negaba rotundamente a aquello, pero en el fondo sabía que ella tenía razón, y que eso sería lo mejor. Trague fuerte antes de darle una mirada.

―Sabes que es complicado, mamá.

Ella colocó una de sus manos sobre mi hombro y se agachó para quedar a mi altura. Un agradable olor a rosas llenó mis fosas nasales.

―Es lo mejor. Sabes que es así.

Por primera vez en lo que tenía allí, me fijé en que mi mamá iba vestida toda elegante. Un vestido rojo sangre adornaba su cuerpo, llevaba puesto unos zapatos del mismo color con el tacón alto y tenía el cabello recogido en una coleta alta. No hablemos del color rojo que tenían sus labios. Di un paso hacia atrás con una sonrisa burlona.

IRRESISTIBLE ©️✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora