Capitulo 33

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CAPITULO 33

Sus ojos. Eso fue lo primero que captó mi atención.

Las palabras parecieron desaparecer, yo simplemente estaba allí de pie mirando fijamente la persona que tenía delante. Ahora después de mucho entendía porque este sujeto me recordaba a alguien y es que, era totalmente idéntico a él. Parecían dos copias exactas.

Era idéntico a Dante...

Sus ojos tenían incluso la cosa de ser de diferentes colores, me sorprendió y asustó lo mucho que dos personas podían parecerse. Yo pensé que aunque fuesen gemelos eso era prácticamente imposible.

Ninguno de los dos habló durante un muy buen rato. Solo estábamos allí, dos estúpidos mirándose fijamente, y es que, nunca me esperé aquello.

«Siempre le gustaste a mi hermano, de hecho aún le gustas»

Las palabras del chico hicieron eco en mi cabeza. De inmediato recordé el beso. Su mirada. Reaccioné y miré de nuevo al chico, parpadeando.

Sus ojos eran una cosa estupenda de ver. Nunca me acostumbré a los de Dante y ahora resultaba que tenía a un chico idéntico a él delante.

Pasaron unos cuantos segundos antes de que, el chico comenzara a caminar por todo el lugar. Miraba cosas de la pequeña cabaña y pasaba  sus grandes manos por los mismos  lugares. Un aire de alegría me invadió de pronto, el tener a este chico cerca me recordaba a Zoe, las mentiras estúpidas que decía cuando se iba a encontrar con él, la sonrisa que se formaba en sus labios cuando recibía un mensaje, ella estaba más que enamorada de él y me gustaba creer que el chico que tenía delante sentía lo mismo por ella. Zoe merecía que la quisieran completamente, nada a medias.

No me di cuenta que estaba llorando hasta que sentí algo salado en mis labios. Me di cuenta entonces que lloraba porque antes de morir Zoe había vivido algo real. La calidez que sentía se esfumó rápidamente cuando mis pensamientos volvieron al dichoso asesino. La única  pregunta que rondaba por mi cabeza era quién demonios pudo haber matado a mi mejor amiga. No  podía pensar en nada más que eso. Pero entonces una incógnita mayor, llenó mis pensamientos de pronto, mi vista cayó entonces en el chico que seguía mirando cosas al azar, y sin poder evitarlo pregunté:

― ¿Tú qué sabes de todo esto?

Él se detuvo y me miró, miré nostalgia en sus lindos ojos y sentí como algo dentro de mí se rompía.

―Nada. Estoy seguro que ella no acabó con su vida por cuenta propia, ella no tenía motivos para hacerlo.

En mi mente se formó una especie de video. De esos lentos y con música que reproducían en las películas. Todo fue en un orden:

«Sus sonrisas.
Sus chistes malos.
Su alegría.
Sus ganas de comerse el mundo.
Su deseo de ayudar a todos.
Su curiosidad...»

El bombillo de mi cerebro se encendió nuevamente, y antes de ni siquiera pensarlo, estaba diciendo:

― ¡Descubrió algo!

Zoe era una persona curiosa  e incluso mucho más que yo. Eso era decir muchísimo, siempre bromeaba con ella diciéndole que de seguro luego de graduarse del instituto ella sería una detective o algo así. Lo primero que llegó a mi mente luego de unir varios cabos sueltos, fue que, ella tal vez descubrió algo realmente malo de alguien y ese alguien quiso callarla, pero... ¿Quién era ese alguien?

― ¡Espera! ¡Espera! ―el chico cuyo nombre aún no sabía, se acercó a mí y me miró, sus ojos llenos de curiosidad ― ¿Que tratas de decirme?

―Zoe era curiosa ―Él asintió con la cabeza en acuerdo, hizo un gesto con las manos para que continuara, luego de tragarme un extraño nudo que se había formado en mi garganta, dije:―Quizá uno de los días en los que ella se quedaba hasta tarde en la biblioteca, descubrió algo. O quizá en otra parte.

IRRESISTIBLE ©️✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora