IRRESISTIBLE ©️✔️

Capitulo 48

CAPITULO 48

Ellie

Mi mamá me estaba mirando como si fuese un tesoro realmente valioso. Cuando entre a la casa ella tenía el teléfono de la casa entre sus manos a punto de llamar la policía.

― ¿Dónde estabas hija?

Caminó hasta mí. Una vez estuvo delante de mí, examinó mi rostro y arrugó las cejas ante los visibles moretones.

― ¿Quién te hizo eso?

Sonreí mientras no decía nada y simplemente la miraba. Realmente la extrañaría.

―Ellie, cielo, me estás preocupando, ¿Por qué no dices nada?

Sabía que debíamos irnos. También sabía que eran las reglas, pero mi madre de una forma u otra me retenía allí. Mientras ella arrugaba mucho sus cejas, yo me limité a observarla. Su largo cabello caía sobre sus hombros, llevaba puesta un pijama gigante y no traía ni una gota de maquillaje. Mi mamá era sin duda una mujer hermosa, ni siquiera sabía cómo había caído tan bajo al meterse con Enzo. Él simplemente era un promiscuo de mierda, que no sabía mantener su pene dentro de los pantalones. Era uno de los tantos monstruos que este pueblo escondía y que para el bien de todo ya había eliminado.

Enzo escondía sus negocios sucios detrás de la fachada de un prestigioso bufete de abogados. Pero realmente se dedicada a la trata de niñas de quince años. Él las violaba y luego las vendía al mejor postor. Algo realmente asqueroso y sin escrúpulos, ese era Enzo Smith un ser humano despreciable.

― ¿Cielo? ―La dulce voz de mi mamá me trajo de vuelta a la realidad. Lucia realmente preocupada. Sonreí para tranquilizarla.

―Estoy bien ―Al fin dije algo después de más o menos quince minutos, ―Necesito hablar contigo.

Ella asintió tomando entre sus manos mi brazo e impulsándome a sentarnos en el sofá.

― ¿Qué es lo que sucede, hija?

Miré hacia la puerta donde Evans, Alessia y Parker se encontraban. Habían decidido darme mi tiempo y espacio con mamá.

Me ponía triste el tener que irme y abandonarla de esta manera, si bien estas últimas semanas nos habíamos alejado un poco, porque ella estaba totalmente ocupada con su trabajo y yo tratando de encontrar un asesino. Un asesino que siempre estuvo delante de mis ojos. Lo único que me tranquilizaba un poco, era que la organización cuidaría de mamá. Aquel pueblo no era seguro.

Zoe. Ella siempre fue ese asesino que buscábamos. No entendía como mi mente me había jugado tan sucio, como había podido hacerme olvidar la verdad. Ahora todo estaba demasiado claro en mi mente, si no hubiese tenido ese accidente, no hubiese tenido que pasar por tanto para dar con el asesino.

―Es complicado y no puedo explicar con certeza porqué ―comencé a hablar, en ningún momento perdimos el contacto visual, estaba tratando de memorizar cada rasgo de su rostro y cuerpo ―Pero debo irme. No puedo dar explicaciones.

― ¿A dónde vas? ―preguntó. Sus ojos cristalizándose y su agarre en mi brazo soltándose de a poco.

No podía decirle eso, porque realmente ni siquiera yo lo sabía. Solo sabía que debíamos irnos de aquí y comenzar de nuevo en algún lugar con identidades totalmente diferentes. Pero antes debíamos terminar con algo o mejor dicho con alguien.

―No lo sé. Quiero empezar de nuevo, este pueblo me trae muchos malos recuerdos, mamá.

También quería reclamarle su mentira durante todos estos años, pero entendía que ella solamente quería cuidarme. Así que, decidí no mencionar nada de eso, había decidido también hacerle creer que me iría de aquí a estudiar y que hablaríamos todos los días. La organización para que trabajamos no nos permitía una vez nos íbamos, volver ni tener ninguna clase de comunicación con alguien de nuestro pasado.