Capitulo 5

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  - ¿Estas loca? -.Justin se puso de pie con tal brusquedad, que empujó sin querer a _____. Lo único peor que imaginarse a sí mismo involucrado en aquella sucia idea era imaginarse a _____ con otro tipo-. Lo siento.

Se inclinó para darle la mano y ayudarla. En cuanto estuvo de pie, le soltó la mano aprisa y ella se sacudió la parte trasera de los pantalones.

- Justin, por favor. No puedo ser virgen toda la vida.

- ¿Por qué no?

Sabía que no estaba siendo razonable, pero no podía evitarlo. Y maldita fuera, ahora se había sorprendido mirándola sacudirse el trasero y pensando en que era muy bonito. Maldición.

Ella suspiró y bajó la cabeza.

- ¡Confiaba tanto en tu ayuda!

- Oh, Dios -no sólo estaba teniendo pensamientos inapropiados acerca de ella, sino que ahora sentía que la estaba abandonando-. _____, sabes que haría cualquier cosa del mundo por ti, pero no creo que esto funcione.

Ella alzó la cabeza con la esperanza brillando en sus ojos grises y Justin dio un paso atrás.

- No me mires de esa manera.

- Así es como lo haremos. Nos estrujaremos el cerebro con las posibilidades y sacaremos una lista reducida. Entonces tú podrás enterarte si los chicos están saliendo con alguien porque no quiero romper ningún...

- ¡Uau! -el pánico le asaltó-. Nunca he dicho que lo haría.

- Has dicho que harías cualquier cosa por mí.

- ¡Cualquier cosa menos buscarte un amante! -sólo pronunciarlo le daba escalofríos. Había hecho tantos esfuerzos por no pensar en _____ nunca de forma sexual... Y ahora habían caído todas las barreras. Por primera vez, se fijó en cómo la camiseta se tensaba contra sus senos y en la incitante curva de sus caderas-. Creo que eso es un poco más de lo que una persona razonable podría esperar, ¿no te parece?

- ¡Es perfectamente razonable! ¿Por qué iba a buscar por mi cuenta para acabar con algún torpe lerdo que haga que mi primera experiencia sea una pesadilla cuando puedo confiar en tu consejo y pasar una buen momento?

Justin no podía pensar mientras tenía la imagen de _____ pasando «un buen momento».

- ¿Lo ves? -esbozó la sonrisa de superioridad que siempre ponía cuando ganaba algún juego-. Tienes que admitir que tiene sentido.

- No tengo que admitir nada. ¿Por qué no te ayuda una de tus amigas? Pensé que las mujeres hablabais de los chicos todo el tiempo.

- Sí, pero tú eres mejor fuente de información -se metió las manos en los bolsillos-. Tú has salido con más chicos que nadie a quien yo conozca. Sabes lo que las mujeres dicen de un chico y has tenido la oportunidad de conocerlos en persona y saber cómo son. Y además, no confío en nadie tanto como en ti.

Justin tragó saliva. No sabía cómo negarse. Y le gustaría que no siguiera así de pie, con las manos en las caderas y el pecho alzado hacia adelante. No le gustaba. De acuerdo, le gustaba demasiado.

- Justin.

_____ se adelantó y posó la mano en su brazo.

Él intentó no dar un respingo. Ella le había tocado un millón de veces y nunca había significado nada. Hasta ese momento.

- Escucha, Justin. Tú me sacaste el primer diente, ¿recuerdas?

- Es un caso diferente.

- Y me enseñaste a conducir. Y me diste mi primer trago de whisky.

- Me lo suplicaste y después vomitaste.

- Y tú me sujetaste la cabeza. Verás en todos esos momentos importantes de mi vida, tú estabas allí para guiarme.

- Esto es diferente.

- No, si dejas de ser tan puritano.

- Yo no soy...

- ¿Qué te parece Donny?

- ¿Donny Beauford? -lanzó un bufido desdeñoso-. No puedes hablar en serio.

- ¿Por qué? ¿Qué tiene de malo Donny?

Justin no podía explicarlo exactamente, sólo que cuando pensaba en Donny en un abrazo íntimo con _____, la piel se le erizaba. Miró hacia el sicómoro antes de mirarla a ella.

CONTINUARA...  

Mi Dulce Tentación - (Justin Biber y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora