Parte 15

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Maratón 2/2

Tras escuchar eso el corazón de Camila comenzó a bombear el triple de rápido, haciendo pensar a Camila que, en cualquier momento, se le saldría del pecho.


-Tienes unos ojos impresionantes –Decía aún Lauren,  mirándola fijamente a los ojos, desde arriba- Y... me encanta tu forma de ser... A veces tan tímida y callada y otras veces tan... tan directa... No sé, no sé que tienes, pero hay algo en ti que me interesa, que me atrae, que... que me gusta –Explicaba la castaña.


Lenta y cuidadosamente, pues todavía le dolía el hombro, Camila se incorporó para poder mirar bien a Lauren, pero sin decir ni una sola palabra. Suave y cariñosamente llevó su mano a la cara de la castaña, acariciándola, mirándola, volviendo a analizar milímetro a milímetro cada parte de su cara, como la primera vez. Lauren, por su parte, ya tenía más que analizada la cara de Camila y, perfectamente, podría describirla detalle a detalle, por lo que centró su mirada en los ojos de Camila y sus carnosos y rozados labios, realmente tentadores.


Camila no supo cómo ni por qué, pero algo dentro de ella le pedía que fuera más allá, que se dejara llevar y se diera la oportunidad de descubrir por fin por qué se sentía así cuando estaba cerca de Lauren. Así que sin ningún pudor pegó su frente con la de la castaña, mirándola fijamente a los ojos, respirando casi su mismo aire,  sin poder evitar mirar sus labios.  Ahora comenzó a bajar, rozando su nariz con la mejilla de Lauren y continuando la bajada, llegando hasta su cuello, queriendo aspirar su dulce aroma, cosa que le estaba encantando. Lauren, por su parte, respiraba agitadamente y, simplemente, se dejaba hacer. Camila volvió a su postura inicial, pegando su frente con la de la Castaña, pero ahora dándole vida a sus manos.
Las manos de Camila acariciaron el cabello de Lauren, bajando, acariciando ahora las mejillas de la Castaña, deteniéndose ahí varios largos segundos y volviendo a bajar, acariciándole ahora el cuello y los hombros, consiguiendo que la piel de Lauren se erizara, cosa que notó y fue algo que la hizo sonreír, siendo respondida con otra sonrisa por parte de Lauren. Mientras, sus manos continuaban con su camino, acariciando los brazos erizados de Lauren, llegando hasta sus manos y entrelazándolas con las suyas un momento, volviendo a sonreír. Seguidamente llevó sus manos al vientre de Lauren, acariciándolo mientras subía, acercándose peligrosamente a los pechos de la castaña, zona que, finalmente, no tocó, pues dio un pequeño salto con sus manos, llegando a la parte de arriba de los pechos de Lauren, dándose cuenta de que la castaña tenía ahí la piel más suave, que, por cierto, le había encantado, regresando a su cuello y volviendo subir, nuevamente agarrándole las mejillas.


Había descubierto lo que necesitaba saber, era algo que ya sospechaba, pero había decidido negárselo a sí misma: le encantaba esa mujer, la quería, por primera vez en toda su vida que, realmente, estaba enamorada.

Abandonó sus pensamientos y regresó a ese maravilloso momento, frente a frente con Lauren, dándose cuenta de que la Castaña tenía la mirada perdida en sus labios.


-¿Quieres besarme? ­–Preguntó Camila casi en un susurro, observando que, inmediatamente, Lauren asentía con la cabeza- Bésame –Pidió.


Lauren la miró a los ojos, sorprendida por esa petición, pero dispuesta a cumplir su deseo sin ningún problema.


Enemigas intimas CAMRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora