Enemigas intimas CAMREN

Parte 26

Maratón 2/5

Nuevamente volvieron a sumergirse en un largo silencio; silencio que Lauren rompió preguntando:

-¿Cómo va tu herida? ¿La has curado como te dijo Justin?

-Guardó un corto silencio- No, la verdad es que no–Confesó- Lo que pasa es que Mani se fue tan rápido que no me acordé de pedirle que me la curara, porque yo sola no puedo... -Explicó- Igual después la llamo y le pido que venga un rato para que me la cure...

-¿Llamarla? No, no hace falta, yo estoy aquí, puedo curártela–Dijo- Si tú quieres, claro –Añadió.

-Sonrió- ¿Segura? –Preguntó.

- Claro –Dijo con una amplia sonrisa- Fue culpa mía, lo mínimo que puedo hacer es curártelo...

-En el baño está el alcohol, unas gasas y algúnos algodón, tráelos –Pidió Camila.

-¿Y el baño está...? –Preguntó riéndose y levantándose del sofá.

-El pasillo, a la izquierda –Indicó, riéndose.

Así fue, Lauren se dirigió al baño y cogió lo que Camila había pedido, cuando regresó la observó  tumbada en el sofá ya sin camisa, cosa que la hipnotizó. La castaña observó cada milímetro del torso de Camila, comenzando por sus pechos, dándose cuenta de que eran realmente perfectos, los mejores que había visto en toda su vida, bajando ahora al abdomen, observando que tenía ligeramente marcados los abdominales, cosa que la hacía realmente sensual.

-A...Aquí... está lo... lo que me pediste –Dijo a duras penas Lauren, tratando de disimular su hipnotización, sentándose en el filo del sofá, al lado de Camila.

-Gracias –Sonrió cortamente, observando cómo Lauren llevaba sus manos a las gasas que tenía Camila pegadas en su hombro, tapando la herida.

Después de quitar las ya nombradas gasas, Lauren cogió el bote de alcohol y lo vertió lentamente en la herida de Camila, provocando que Camila gimiera de dolor debido al escozor y agarrara involuntariamente la mano libre de la castaña. Lauren sonrió y apretó la mano de Mila, dándole a entender que apretara todo lo que quisiera y, con la otra mano, continuó curándole la herida.

Algunos minutos más tarde Lauren ya había terminado y, ahora sí, soltándole la mano a la castaña, tapó la herida con un nuevo trozo de gasa.

-La verdad yo creo que la herida está muy bien, Justin hizo un buen trabajo –Decía Lauren, recogiendo lo que acababa de usar, siendo observaba fijamente por Camila, quien moría de ganar por hacer algo-  Y no creo que deje una cicatriz muy grande, sólo serán unos...

La castaña no pudo acabar la frase, pues Camila había agarrado sus mejillas, atrapándola en un beso lleno de deseo. Lauren se sorprendió al principio, pero en pocos segundos reaccionó y correspondió al beso con la misma intensidad. Camila pasaba las manos alrededor del cuello de Lauren, profundizando así el beso, dejando paso a su lengua y buscando con ansiedad la de Lauren, encontrándola y jugando con ella incansablemente.

-Si no te beso yo, me muero esperando–Dijo Camila, entre besos, dándole a entender que llevaba bastante tiempo esperando a que Lauren diera el paso de besarla.

-Se rió y la volvió a besar largamente- No soy bruja para saber qué quieres –Dijo sonriendo, transformando esa cadena de besos en cortos besos.

-Pues ojalá lo fueras, porque ni yo misma sé que quiero –Confesó, respondiendo a cada beso que le daba Lauren, aunque fueran cortos.

-¿No lo sabes? –Preguntó, mirándola desde arriba, pegando su frente con la de Camila, mientras ésta le daba suaves caricias en el cabello.

-Suspiró, pensando en cómo explicarse- Cuando estoy así, contigo, lo único que quiero es... besarte y abrazarte y acariciarte y... estar contigo, pero cuando vuelvo al mundo real y me doy cuenta de cómo están las cosas... desearía que la tierra me tragara para desaparecer.

-¿Por qué? No estamos haciendo nada malo –Dijo, llevando sus manos a la cara de Camila, acariciándola.

-Sí, sí lo estamos haciendo... -Respondió, con tono triste- Tú y yo no si quiera deberíamos dirigirnos la palabra y mira como estamos... -Lauren sonrió cortamente, robándole un corto beso, siendo correspondida por Camila- Dios... -Separándose un poco de Lauren y respirando hondo, llevándose una mano a la cabeza- Mani me va a matar...

- No pienses en ella–Pidió- y, de todas formas, no deberías hacerle caso.

-¿Entonces qué debería hacer? –Preguntó, volviendo a acortar distancias y poniéndose en la misma posición que antes.

-Pues... -Sonreía, manteniendo sus caricias, colocándole un mechón de pelo detrás de su oreja- deberías hacer lo que sientas y dejarte llevar, simplemente eso, olvídate de lo demás.

- Sí, suena muy bonito, pero es que pienso y pienso y...

-Llevó su dedo índice a los labios de Camila, callándola mientras negaba con la cabeza- No pienses, no tienes que pensar, sólo siente, siente y déjate llevar, es lo único que tienes que hacer.

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