Parte 35

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En cuanto escuchó que Lauren colgaba, Camila lanzó el teléfono al suelo, con rabia y llorando, observando como la batería y la tapa se salían, terminando tiradas en el suelo.

No puedo más, me voy a volver loca. Cuando hablo con ella le creo, pero cuando Normani me dice esas cosas no puedo evitar desconfiar... jo*der... ¿Qué hago? ¿Qué es lo que vas a hacer ahora Camila?

New York, Estados Unidos, 16:00 horas:

-No entiendo para qué la llamas, deja de ponerte ya en riesgo por esa mujer Lauren, jo*der.

-Déjame en paz Joe, sé lo que hago.

-No, no te dejo en paz. Estás metiendo la pata y hasta el fondo, te van a terminar atrapando por su culpa –Insistía Joe, nada de acuerdo con que Lauren hablara con Camila.

-Joe tiene razón Lolo... sólo es una mujer, olvídate de ella, búscate a otra y ya... -Apoyó Justin a Joe.

-Ay, ustedes cállense, dejen en paz a mi hermana –Pidió Taylor, apoyando a su hermana- Como se nota que son hombres y no saben lo que es el amor.

-Aquí no se trata de amor, se trata de que esa pequeña la va a arruinar, Taylor –Insistía Joe- Le está diciendo demasiadas cosas, está confiando demasiado en ella y un día le va a clavar el puñal por la espalda.

-Mila jamás haría eso –Dijo Lauren, defendiendo a la pequeña.

-¿Y cómo estás tan segura? –Preguntó ahora Justin.

-Porque no, ella no es así, confío en ella al 100% y pondría las manos al fuego.

-Pues ten cuidado, te puedes quemar –Respondió Joe, seriamente- Y al final, por culpa de esos imbéciles que vinieron siguiéndonos, no hemos podido encontrar a los 4 tíos que mataron a tus papás.

-Ese tema lo tengo yo completamente controlado, ¿vale? –Dijo Lauren.

- Ah, ¿sí? ¿Y cuál es tu plan? –Preguntó Justin.

-Ya llevamos dos días aquí, es hora de volver a Madrid, hay muchas cosas que hacer. Pero no podemos volver sin dejar a nadie que vigile a esos ****.... Así que tú y Joe se quedan aquí, Taylor y yo regresamos a Madrid –Anunció.

-¿Qué? Pero... pero ¿tú estás loca o qué? –Dijo Joe, pues esa idea no le había gustado- ¿Cómo vas a regresar tu sola a Madrid? Si los amiguitos de tu pequeña intentan volver a atraparte no vas a tener a nadie que te defienda.

-No necesito a nadie que me defienda Joe, por favor... Además yo solita me basto, ¿vale? Lo principal es localizar a los **** que mataron a mis papás y acabar con ellos.

-Guardó un corto silencio- Igualmente no me parece buena idea de que te regreses tú sola... -Insistía Joe, nada de acuerdo con esa decisión.

-¿Quién es la jefa acá?

-... Tú –Respondieron Justin y Joe.

-Pues ya está, está decidido, hoy mismo regresamos a Madrid.

Madrid, España, 17:00 horas:

-Hay noticias –Informó Normani.

-¿Qué pasa? –Preguntó Camila.

-Vuelven a Madrid –Anunció.

-¿Ya? ¿Tan rápido? –Se sorprendió.

-Sí, están en el aeropuerto.

-Qué raro...

-Pues hay algo más raro todavía... -Advirtió.

-¿Qué cosa? –Preguntó, bastante intrigada.

-Sólo viajan Jauregui y su hermana, Justin y Joe se quedan en Nueva York.

-No lo entiendo... -Decía, algo confundida con esa noticia- ¿Para qué va a volver ella sola?

-No lo sé, pero lo que importa ahora es otra cosa.

-¿Qué cosa?

-Es el momento perfecto Mila.

-Guardó un corto silencio- ¿El momento perfecto para qué?

-¿Cómo que para qué? Pues para hacer lo que te dije antes, para atraparla –Camila suspiró, volviendo a estresarse- Está sola, completamente sola y si va a verse contigo ni si quiera va a ir armada.... Vamos Mila, es nuestra oportunidad –Intentaba convencer Normani a su amiga.

-Mani... yo todavía no he decidido nada, ¿vale? No puedo engañarla de esa forma, no puedo hacerle una trampa como esa, ella confía en mí...

-No, ella te está haciendo creer que confía en ti, pero no es así –Camila guardó silencio, nuevamente confundiéndose con esas cosas que le decía Normani- Por favor, está en tus manos resolver uno de los casos más importantes...

-Nuevamente suspiró- Mani, cojan el primer vuelo y vengan, ya... ya cuando lleguen decido qué hacer, ¿ok? Déjame pensar.

-¿Eso quiere decir que hay alguna posibilidad de que lo hagas? –Preguntó con una amplia sonrisa, orgullosa de, por lo menos, haber conseguido que se lo pensara.

-Guardó un largo silencio- Sí, tal vez sí, pero... no estoy segura.

-Bueno, Ok, Ok, nosotros tomamos el primer vuelo y cuando lleguemos nos dices. Pero oye... Austin aún no lo sabe, me pediste que no se lo dijera.

-Pues no se lo digas aún, ya se lo diré yo cuando vuelva... Creo que se enfadará menos si se entera por mí.

-Ok, como quieras.

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Enemigas intimas CAMRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora