Parte 65

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Pero sí que pasó. Después de escuchar eso, la castaña sonrió ampliamente y, en una zancada, se puso en frente de Camila, agarrándole las mejillas y atrapándola en un beso que, al principio, era lento y tranquilo, pero después aumentó de intensidad, siendo completamente loco y pasional. Comenzaron a dejarse llevar, la pequeña llevando sus manos a la nuca de Lauren para profundizar aún más el beso y, la castaña, llevando sus manos a la cintura de la pequeña, metiendo las manos por dentro de su camisa, acariciándola, provocando que su piel se erizara. Se vieron obligadas a romper un momento el beso por falta de aire, pero, casi instantáneamente, sus labios volvieron a juntarse, aún más locamente, mientras Lauren pegaba a Camila contra su cuerpo y bajaba sus besos al cuello de la pequeña, comenzando a devorarlo.

La pequeña sólo respiraba agitadamente, necesitaba a Lauren, urgentemente, pero sabía que lo mejor era no dejarse llevar.

-Espera, espera... puede venir tu hermana –Decía la pequeña, con la voz totalmente ronca a consecuencia de la excitación que sentía.

-Te necesito Mila, desde hace mucho tiempo... -Decía Lauren, sin hacer caso a Camila, bajando un poco más su mano, muy cerca del trasero de la pequeña, pegándola aún más contra su cuerpo.

-Realmente excitada y costándole mucho controlarse- Y yo a ti, pero... pero... -Respiró hondo, tratando de coger aire para poder hablar, pues los mordisquitos que le estaba dando Lauren en el cuello la dejaban sin aire- Pero dijimos sólo un beso...

-Da igual lo que dijimos –Dijo, subiendo sus labios a la boca de Camila y volviendo a besarla.

La pequeña no pudo evitar corresponder a ese beso, pero al cabo de unos largos segundos agarró la cara de Lauren y se hizo un poco para atrás.

-Puede venir tu hermana, contrólate... -Pidió, con la respiración completamente agitada y el corazón latiendo muy rápido.

-Respiró hondo, aparentemente ya más controlada, a una distancia prudente-¿Vamos a mi cuarto? –Preguntó, observando como Camila se reía, provocando que la castaña también lo hiciera- Lo siento –Se disculpó, volviendo a respirar hondo, pues parecía que eso la ayudaba a disminuir su calor- Lo de controlarme no se me da bien.

-Sonrió, mirándola- Vamos con tu hermana, anda –Dijo, agarrándola de la mano y jalando de ella- Ya tendremos tiempo de hacer esto en otro momento –Escucho como Lauren suspiraba, parándose- ¿Por qué suspiras? –Preguntó, riéndose.

-Odio quedarme con el calentón –Confesó, volviendo a respirar hondo.

Camila se reía, observando el esfuerzo que estaba haciendo Lauren por rebajar su calor y controlarse.

-Es enserio... para ti será muy fácil, pero es que yo no soy capaz de...

Lauren no pudo acabar la frase, pues Camila la calló con un corto beso, caliente, pero corto.

-No dije que sea fácil, pero sí, a veces, sé controlarme –Respondió la pequeña, volviendo a agarrarla de la mano- Y ahora vamos a comer con tu hermana que me muero de ganas por salir contigo.

Enemigas intimas CAMRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora