Parte 28

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Maratón 4/5

Sin más la castaña abrazó a Camila, siendo automáticamente correspondida por Camila.

-Te prometí que no te haría daño de ninguna forma y, de verdad, lo voy a cumplir –Decía Lauren mientras se separaba para mirar a Camila, observando como negaba con la cabeza, aunque sonreía levemente- ¿Cómo que no? ¿No confías en mí?

-No me puedes pedir una confianza total en estos momentos, lo estoy intentando y espero conseguirlo. Pero de todas formas no se trata de confianza, se trata de que, tarde o temprano, nos vamos a hacer daño... sé que esto no va a salir bien, lo sé, pero me da igual, quiero correr el riesgo de sufrir –Esta vez era Lauren quien negaba con la cabeza- Sí, Lolo, sí. No me prometas algo que, ambas, sabemos perfectamente que no vamos a poder cumplir –La castaña guardó silencio, mirándola, mientras Camila continuaba acariciando su cara- Sólo... sólo quiero preguntarte algo...

-Lo que quieras, pregunta lo que quieras –Respondió muy segura.

-¿Estás enamorada de mí? ­ ¿De verdad me quieres o esto es simplemente una diversión?

- Claro, claro que estoy enamorada de ti Mila, ya te lo dije: te amo.

-Sonrió levemente, algo emocionada por escuchar esas palabras- ¿Sabes? Yo nunca en mi vida me había enamorado, es más, pensaba que nunca conseguiría hacerlo y... definitivamente jamás me imaginé que iba a enamorarme de mujer a la que, además, estoy investigando

- Sonrió tiernamente- Yo tampoco.

-Tengo miedo, de verdad que tengo mucho miedo de esto que estoy sintiendo... -Confesó.

-No tienes por qué tener miedo.

-Sí, claro que sí –Respondió rápidamente, muy segura de ello- Estoy muerta de miedo porque, por primera vez en toda mi vida, estoy sintiendo algo tan grande que... que me hace sentir cosas tan extrañas que no entiendo... -Trataba de explicarse lo mejor posible, gesticulando con las manos y siendo observada por Lauren con una tierna sonrisa- Y, de verdad, tengo... tengo tanto miedo...

-¿De qué tienes miedo?

-De lo que siento, de ti, de confiar en algo que... que en realidad es sólo una mentira, de sufrir, de... de perderte.

-Guardó un corto silencio, mirándola- Tiempo, sólo dame tiempo para demostrarte de que esto es real–Pidió.

-Asintió con la cabeza, sonriendo- Claro que sí –Dicho esto la abrazó, tratando de esconder la cara en su cuello, cerrando los ojos y respirando hondo.

-¿Puedo pedirte algo? –Preguntó, abrazándola.

-Lo que quieras –Respondió, sin la mínima intención de dejar de abrazarla.

-No me dejes –Rogó algo emocionada, lo que provocó que Camila sí rompiera el abrazo y la mirara- Eres la única que realmente se ha preocupado por mí, eres la única que ha sido capaz de hacerme temblar con una mirada, la única capaz de enamorarme, la única capaz de... de muchas cosas... Y, de verdad Camila, confía en mí, no te dejes llevar por lo que te digan, no creas todas las cosas que te digan de mi...

-Lolo –Dijo, sosteniéndole las mejillas- Si de verdad me dejara llevar por lo que me dicen, no estaría aquí contigo.

-Sonrió- Lo sé, pero... necesito pedírtelo, no lo hagas, por favor.

-Te prometo que no me voy a dejar llevar por lo que digan, voy a intentar hacer siempre lo que sienta –Prometió, alzando su mano con la palma de la mano abierta, en señal de promesa- ¿Te es suficiente con eso?–Preguntó con una sonrisa.

- Sonrió- Sí, es suficiente –Respondió entrelazando su mano con la mano ya alzada de Camila- Te amo

-Suspiró con una emocionada sonrisa- Todavía sigo sin acostumbrarme a que me lo digas

-Sonrió ampliamente- Pues vete acostumbrándote, porque pienso decírtelo todos los días.

-Sonrió tiernamente- ¿Todos los días?

-Agarrando ambas mejillas de Camila y acercando su cara a la de Camila- Sí, todos los días –Dicho esto le dio un corto beso en los labios.

-Sonriendo, correspondiendo al beso y dándole ella otro, llevando su mano a la mano de Lauren, acariciándola- Me encanta como besas –Confesó, llevando su mano libre a los labios de la castaña, acariciándole el labio inferior con su dedo índice- Lo haces de una forma tan... cariñosa y dulce, pero con una mezcla de... de pasión y... le das un toque tan... caliente, que, de verdad, me vuelve loca –Explicaba Camila.

-Se rió- Vaya, que bien describes los besos –Dijo entre risas, agarrándole ambas mejillas y besándola.

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Enemigas intimas CAMRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora