Chris —Deberías ponerte el cinturón de seguridad —susurra reprobadoramente con la boca hundida en mi cabello, pero no hace ningún ademán de retirarme de su regazo.
Me acurruco contra su cuerpo, con los ojos cerrados, con la nariz en su cuello, embebiéndome de esa fragancia sexy a gel de baño almizclado y a Christopher,apoyando la cabeza en su hombro. Dejo volar mi imaginación y fantaseo con que me quiere. Ah... y parece tan real, casi tangible, que una parte pequeñísima de mi desagradable subconsciente se comporta de forma completamente inusual y se atreve a albergar esperanzas. Procuro no tocarle el pecho, pero me refugio en sus brazos mientras me abraza con fuerza.Y demasiado pronto, me veo arrancada de mi quimera.
Chris-—Ya estamos en casa —murmura Christopher , y la frase resulta tentadora, cargada de potencial.En casa, con Christopher . Salvo que su casa es una galería de arte, no un hogar.
Taylor nos abre la puerta y yo le doy las gracias tímidamente, consciente de que ha podido oír nuestra conversación, pero su amable sonrisa tranquiliza sin revelar nada. Una vez fuera del coche, Christopher me escudriña. Oh, no, ¿qué he hecho ahora?
Chris—¿Por qué no llevas chaqueta?Se quita la suya, ceñudo, y me la echa por los hombros. Siento un gran alivio.
Emma—La tengo en mi coche nuevo —contesto adormilada y bostezando. Me sonríe maliciosamente.
Chris—¿Cansada, señorita Irwin?
Emma—Sí, señor Evans- —Me siento turbada ante su provocador escrutinio. Aun así, creo que debo darle una explicación—. Hoy me han convencido de que hiciera cosas que jamás había creído posibles.
Chris—Bueno, si tienes muy mala suerte, a lo mejor consigo convencerte de hacer alguna cosa más —promete mientras me coge de la mano y me lleva dentro del edificio.
En el ascensor, lo miro. Había dado por supuesto que quería que durmiera con él y ahora recuerdo que él no duerme con nadie, aunque lo haya hecho conmigo unas cuantas veces. Frunzo el ceño y, de pronto, su mirada se oscurece. Levanta la mano y me coge la barbilla, soltándome el labio que me mordía.
Chris—Algún día te follaré en este ascensor,Emma, pero ahora estás cansada, así que creo que nos conformaremos con la cama.
Inclinándose, me muerde el labio inferior con los dientes y tira suavemente. Me derrito contra su cuerpo y dejo de respirar a la vez que las entrañas se me revuelven de deseo. Le correspondo, clavándole los dientes en el labio superior, provocándole, y él gruñe. Cuando se abren las puertas del ascensor, me lleva de la mano hacia el vestíbulo y cruzamos la puerta de doble hoja hasta el pasillo.
Chris—¿Necesitas una copa o algo?
Emma—No.
Chris—Bien. Vámonos a la cama.Arqueo las cejas.
Emma—¿Te vas a conformar con una simple y aburrida relación vainilla? Ladea la cabeza.
Chris—Ni es simple ni aburrida... tiene un sabor fascinante —dice.
Emma—¿Desde cuándo?
Chris—Desde el sábado pasado. ¿Por qué? ¿Esperabas algo más exótico?La diosa que llevo dentro asoma la cabeza por el borde de la barricada.
Emma—Ay, no. Ya he tenido suficiente exotismo por hoy. La diosa que llevo dentro me hace pucheros, sin lograr en absoluto ocultar su desilusión.
Chris—¿Seguro? Aquí tenemos para todos los gustos... por lo menos treinta y un sabores. Me sonríe lascivo.
Emma—Ya lo he observado —replico con sequedad. Menea la cabeza.
ESTÁS LEYENDO
Possesive Love
Fiksi PenggemarÉl un Profesor de educación física con un oscuro secreto, Ella una alumna dispuesta a caer en su juego. ¿cuales seran las consecuencias?