|Capitulo 20| Iré por ti.

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_____ – PDV.

-¿Estas segura de esto?- Tom dudo a medida que nos acercábamos a nuestro destino.

El lugar estaba plagado de flores, pasto bien cuidado y brillante. Era un lugar lleno de vida para personas que ya no poseían esta.

-¿Por qué no lo estaría?-lo mire por unos cuantos segundos para luego posar mi vista nuevamente en la ventana.  –No asistí a su funeral, no pude decirle adiós y esa era mi oportunidad para hacerlo. Además, han pasado cuatro años y jamás eh venido a verlo, dejarle flores, ¿Qué clase de prima soy?-fruncí el ceño. –Por lo menos lo visitare el día de su cumpleaños...-

-Deberías seguir pensando que solo se fue de viaje, duele menos.

-Ya no soy una niña y debo aceptarlo, fingir que nada ha pasado, duele incluso más.

El simplemente asintió dándome la razón.

-Yo no vengo desde el funeral, supongo que me cuesta demasiado leer su nombre en una maldita lapida. Recuerdo que aquel día estaba harto, no soportaba aquellas personas extrañas haciendo como si les interesara, fingiendo lastima y fingiendo tristeza cuando realmente la muerte de mi hermano no les afectaba en nada. Absolutamente nada. –Confeso a medida que nos deteníamos, había una pisca de enojo en su rostro. Desabrocho su cinturón y se bajó del auto con rapidez.

Abrió la puerta del copiloto para que me bajara.

-Te has puesto caballeroso, tonto-le sonreí y el me imito.

Camino delante de mí mientras yo lo seguía, miles de nombres diferentes y nosotros solo buscábamos uno en específico.

-¿Cómo es que no has olvidado el camino?-pregunte para aliviar la tensión del ambiente, él se encogió de hombros.

-Supongo que jamás lo olvidare.

Mi estómago daba vueltas, estaba nerviosa.

-Estamos cerca…-dijo casi en un susurro al ver a un pequeño montón de gente alrededor de una lápida, era obvio que no seriamos los únicos en llevarle flores el día de su cumpleaños es solo que… tampoco los veía hace muchísimo tiempo. –De seguro mi madre estará sorprendida de verme aquí.

-Creo que también estará sorprendida de verme-sonreí a medias.

Solo metros de distancia y el paro en seco para voltearme a ver.

-¿Estas lista?-interrogo.

Negué levemente.

-No…

-Yo tampoco-aceptó pero sin embargo retomo su camino hacia el montón de gente y me obligue a seguirlo.

Me abrí paso entre la gente, evitando todas sus miradas y deposite las flores que había traído. Había mirado de reojo y muchas de las personas que estaban allí eran desconocidas para mí. Con la mirada busque a alguien conocido y la mirada de mi tía con los ojos cristalizados me hizo sentir un pequeño escalofrío. Se veía tan triste.

Le regale una sonrisa melancólica y me acerque a ella.

-¿Cómo has estado?-dije a medida que me acercaba para abrazarla, intento responder que estaba bien pero un sollozo se escapó de sus labios, sollozo en mi hombro, destrozándome.

Me separe de ella y me gire para mirar la lápida.

Estaba perfectamente tallado su nombre y no se imaginan cuanto dolía.
Él estaba allí, a unos cuantos metros de profundidad… o por lo menos lo que ahora quedaba de él. Dolía aún más saber que no pude aprovechar el tiempo que estuve con él, aquella herida que parecía estar curándose a lo largo de estos cuatro años, se abrió.

Forever&Always I Zayn MalikDonde viven las historias. Descúbrelo ahora