Capitulo 17

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El camino fue en silencio, no tengo ni la menor idea de porque mi padre quería que viniera, supongo que para enseñarme algo de la empresa, asi que decidí preguntarle a Aaron.

-¿Que quiere papá?

-No lo se.- Sonrió.

-Es que normalmente me llama antes.

-Ya te dije hermanita.

Asentí y me quedé en silencio, paró en la entrada y yo salí.

-Voy a meter el coche en el garaje, espérame aquí.- Dijo y empezó a dar marcha atrás.

-Vale.

Aproveché para llamar a papa, esto me huele a treta de Aaron.

Un tono, dos, tres..

-¿Pasó algo?- Dijo.

-No.. es solo saber que querías.- Comenté discreta, algo me dice que no le dijo a Aaron que viniera por mi.

-Nada cariño.- Respondió.- Te tengo que dejar, estoy en una reunión.

Y colgó.

Será liante..

-¿Con quien hablabas?- Preguntó Aaron acercándose a mi.

-¿Donde está papá?- Evité su pregunta y achiné los ojos.

-Te espera en la piscina.- Sonrió.

-¿Que hace papá en la piscina?- Pregunté riendo poniendo los brazos en jarra.

Confirmado, Aaron me ha hecho el lio.

-No se, averígualo tu.- Y dicho eso se adentro en la casa.

Yo hice lo mismo y fui directa al jardín, al llegar me encontré con una manta y encima de ella había dos copas y una botella de champagne.

Iba a girarme cuando Aaron me abrazó por la cintura y su mandíbula se posó en el hueco de mi cuello.

-¿Papá está dentro de la cesta?- Pregunté riendo.

-Serás idiota.- Dijo riendo conmigo y me giró quedando de frente a el.- ¿Te gusta?

-Si.. Pero..- Lo miré.- ¿A que viene todo esto?

-A que quiero darte una cosa.- Juntó sus labios con los mios y su lengua jugueteo con la mía para finalmente separarse y dejar un suave mordisco en mi labio inferior.- Y no es esto.- Sonreí.

Sin decir nada más, cogió mi mano y me llevó hasta la manta para seguidamente sentarse y yo hacer lo mismo.

Del bolsillo sacó una cajita envuelta y me la ofreció.

-Ábrelo.

Lo cogí y rasgué el envoltorio, al abrir la cajita me encontré con un colgante de oro blanco, lo saqué de la cajita y lo observé atónita, era un planeta con un aro alrededor.

-Aaron..- Musité.- Es precioso..

-Dale la vuelta.- Sonrió.

Lo hice y las silabas A&M estaban inscritas.

Sin pensarlo me abalancé sobre el y nos fundimos en un abrazo.

-Feliz regalo de cumpleaños atrasado pequeña.- Dijo y yo me separé de el.

-Eres genial.- Y sin decir nada mas junté nuestros labios hasta separarnos por falta de aire.- ¡Ponmelo!

-Date la vuelta.

Lo hice y sus manos separaron mi pelo con suavidad para seguidamente colocarme el colgante.

-¡Brindemos!- Dijo una vez me senté a su lado.

-¿Porqué?- Pregunté cogiendo las copas y sujetándolas mientras el hechaba el champagne en ellas.

-Por que mi regalo ha sido un éxito.- sonrió malicioso y chocó su copa con la mía para seguidamente darle un sorbo.

-Que sea la última vez que me sacas con una excusa así.- Comenté haciendo el mismo proceso.

-Valdrá la pena preciosa.

Después de bebernos la botella yo ya me sentía un poco contenta, no estoy acostumbrada a beber más de una copa de champagne y menos en tan poco tiempo.

-Oí a unas chicas hablar de ti.- Comenté.

-Raro sería que no lo hicieran.- Rió.

-Serás creído.- Sisee mientras me incorporaba y le daba una palmada en la frente.

-Me vas a negar que soy el más sexy.- Dijo levantando las cejas.

-Mmmm... Pues si.

-¿Estás segura?

-Segurisima.

Y en un abrir y cerrar de ojos me encontraba en la piscina.

-¡Serás imbécil!- Grité acercándome a la orilla.

-Me alagas hermanita, deberías aumentar tu repertorio.- Dijo burlón.

Lo miré intentando idear un plan para meterlo conmigo en la piscina y...

¡Din, din, din!

¡Idea!

-Mierda...- Murmuré lo suficiente alto para que me oyera.

-¿Estás bien?

-Se me ha caído el collar.

-¡¿Que?!- Se alteró y se acercó a mí.

Cogí su pié y de un tirón lo metí en la piscina.

-Ahora quien engaña a quien hermano.- Dije una vez salió a la superficie.

-Touche preciosa.- Respondió acercándose a mi y cogiendo mi cintura.- ¿Te he dicho ya que eres preciosa?

-Unas 20 veces.- Sonreí.

-Pues te lo vuelvo a repetir.- Plantó un veloz beso en mis labios y continuó.- Eres preciosa.

Sonreí y nos fundimos en un largo y atrevido beso, sus manos apretaron mi trasero y yo como costumbre entrelacé mis piernas en su cintura.

De repente el sonido de un móvil nos alertó y Aaron salió del agua escopetado.

-¿Que pasa?- pregunté saliendo.

-Puse una alarma para cuando viniera mamá.

-Chico listo.- Reí.

-A que sí.- Su sonrisa se agrandó y comenzó a recoger las cosas, yo llevé las copas a la cocina, las fregué y el guardó la manta y tiró la botella.

Justo cuando guardé la última copa la voz de mi madre inundó la casa.

-Cariño que bien que estés aquí.- Dijo dejando el bolso en la encimera.

-¿Y eso?

-¿Qué haceis mojados?- Preguntó al ver a Aaron.

El plan perfecto tenía que tener su fallo.

-Lo de siempre mamá, se burló de mi, yo se la devolví y ella se las ingenió para devolvermela a mi.

Impresionante Aaron, has estado rápido.

¡Te felicito!

-Bueno, ya que estáis los dos mejor.

-Sueltalo ya mamá.- Dije.

-Vuestro padre y yo iremos de viaje.

-¿Cuánto tiempo?- Preguntó Aaron.

-No más de un mes.- Dijo dudosa.- Ha surgido un negocio y nos vamos a Alemania.

-Que bien mamá.

-Nos iremos hoy en la noche y en nuestra ausencia os pediría que no destroceis la casa.

Aaron y yo nos miramos divertidos.

Este mes va a dar mucho de sí...

Mi Sexy Hermanastro Y Su Mejor Amigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora