Capitulo 35

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Aclaración!
La protagonista aún tiene el periodo, al escribir tan rápido me he comido muchos detalles que incluiré cuando revise la historia, pero básicamente cuando come con Aaron en el capítulo anterior tiene un tampón❤️
•••

Me quedé inmóvil, sabía que lo que estaba por venir no era bueno, nada bueno..

Las figuras de mi madre y Aaron se hicieron presentes y la cara de Aaron se descompuso.

-No..- Susurró el.

-Te vas con tu abuelo.- Concluyó mi madre y mis sospechas se hicieron verdad.

-¡Papá!- Se quejó el.- No puedes dejar que me vaya.

-Lo siento hijo..- Musitó Alexander.

-Haz la maleta.- Dijo el abuelo.- Nos iremos en media hora.

-¡NO!- Grité.- No vais a separarnos.- Musité.

-Tu, no tienes voz ni voto en esto.- Siseo mi madre.

-Si lo tengo ¡Es mi vida!

Sin decir nada mi madre me cogió del brazo y me arrastró hasta mi habitacion, una vez ahí cerró la puerta tras de sí y me miró.

-Estoy decepcionada.

-¡Me da igual como estés!- Grité.- Planeas una boda la cual me niego a hacer, mandas a Aaron a hacer la militancia y encima esperas que me sienta mal.- Escupí.- Eres mala mamá.

-¡No voy a permitir que mi hija cometa incesto!- La miré obsoleta.

-¡Que incesto mamá!- Reí amarga.- No somos sangre.

-Me da igual.- Gruñó.

-Pues a mi no.- Musité.- Me voy con el, lejos de vosotros.

-No puedes hacer eso.- Dijo segura.

-¿Por qué?- Reí sarcástica.- ¿Por qué tú lo digas? Lo llevas claro.

-Porque si no te casas con Sebastián Aaron morirá.

Sus palabras me dejaron de piedra.

-¿Que? ¿Por qué?- Pregunté y ella suspiró y se sentó al borde de mi cama.

-Los borrachos que mataron a su madre eran de una mafia muy peligrosa.- Abrí los ojos como platos y me senté a su lado.- Cuando su padre los denunció hizo que perdieran mucho dinero y hace poco nos localizaron y volvieron a por lo que era suyo, si no les damos el dinero irán a por Aaron.

-¿Por qué no me lo dijiste?- Pregunté temblorosa.

-No quería que lo supierais, pensé que aceptarías la boda ya que estabas con Sebastián y no habría necesidad de decir nada.- Suspiró.- Pero lo estás complicando.

-Mamá, yo amo a Aaron.- Dije en un susurro.

-Lo se, fuí yo quien le pedí a Stefany que chantajease a Aaron.- Comentó.

-¿Que?- Me aleteré.- ¿Por qué?

-Me envió la foto y creia que al hacer eso tú no querrías saber nada más de él.. Pero veo que estás loca por él.

-No me puedo creer que hicieras eso..

-Espero que algún día me perdones y que hoy sepas lo que tienes que hacer.

Y dicho eso se fué de la habitación.

Si no celebro la boda y me voy con Aaron nos encontrarán, lo matarán por mi culpa, por querer tenerlo para mí.

Y si me quedo y dejó que se vaya, perderé lo que más amo en el mundo y me casaré con la persona que odio.

No hay nada que pensar, está claro, no voy a dejar que Aaron muera y por más que me duela voy a tener que dejarlo ir.

Bajé las escaleras con el corazón en un puño, no sabía si iba a derrumbarme o iba a ser fuerte.

Lo vi, vestido con su chandal gris y su camiseta blanca, su pelo revuelto y sus ojos apagados.

Me acerqué a él y sin poder aguantar las lágrimas salieron empapando mi rostro.

Su mirada se clavó en la mía, se acercó a mí y rodeó mi cintura con sus manos.

-No llores.- Musitó en un susurro.

-No lo hago.- Mentí descarada y una leve sonrisa se dibujó en sus labios.

-Vamonos lejos pequeña.- Susurró posando su frente en la mía.

-No puedo, no ahora.- Sollocé.

-Tenemos que irnos.- Dijo el abuelo y Aaron gruñó.

-Nunca olvides que te amo pequeña.- Susurró y juntó sus labios con los míos.- Volveré a por ti.

Y dicho eso el abuelo lo separó de un tirón de mí y se lo llevó hacia su coche.

Pero no puedo soportarlo, no puedo ver cómo se va.

Corrí hacia el y lo envolví en mis brazos, no sé en qué momento había empezado a llover, pero las gotas caían sobre nosotros y nos daba igual.

-No te vayas.- Sollocé.

-No me iré, seguiré estando aquí.- Dijo y señaló mi corazón con su dedo índice.- Y tú estarás aquí.- Añadió señalando su corazón.

Sonreí y lo besé, saboree sus labios por última vez, pero fué corto, de nuevo el abuelo dio un tirón alejándolo de mi y mi madre me cogió para que no pudiera avanzar.

-¡No!- Sollocé mientras las lágrimas inundaban mis ojos y los vi desaparecer en su coche.

Corrí a mi habitación y me metí en las sábanas, su olor aún estaba impregnado en ellas, nunca había sentido este vacío.

Me habían arrebatado a lo que más amaba en el mundo sin opción.

Y mi futuro estaba decidido.

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Fin!
Muchas gracias por apoyar esta novela!❤️
Os amo!!❤️❤️❤️

Mi Sexy Hermanastro Y Su Mejor Amigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora