Me desperté acalorada, miré por la ventana y aún no había salido el sol, bajé la persiana y abrí la ventana.
Mi estómago rugió por lo que decidí ir a la cocina a prepararme un colacao.
Saqué el colacao del microondas, lo dejé en la encimera y me giré para buscar un paquete de galletas cuando la figura de Aaron me sobresaltó.
-Joder Aaron.- Gruñí poniendome la mano en el corazón y esperando a que este se relajara.-¿Que haces ahí pasmao?
-Oí ruido y pensé que había entrado un ladrón.- Dijo riendo por el saltito que pegué.
-Si claro, y vino a hacerse un Colacao, no te jode..- Reí con el.
Me agaché y busque en el armario el paquete de galletas, lo cogí junto con el vaso de Colacao y me dispuse a volver a la habitación cuando la voz de Aaron me frenó.
-No puedo dormir.
-Hazte una paja.
-Graciosa.
-Siempre.
-¿Vas a hacer algo?
-Ven anda.- Suspiré y él me siguió hasta la habitación.
Dejé el picoteo en la mesa y me senté en la silla mientras que Aaron se sentó en el borde de la cama.
-Dios, esto es un horno.- Dijo sacudiéndose la camiseta.
-Por algo me he despertado..- Río.
-No me extraña.-- Rió conmigo.- ¿Qué vas a hacer?
-Tenia pensado ponerme algo en Netflix...- Digo pensativa mientras meto una galleta en el colacao.- ¿Ideas?
-¿Tipo peli o serie?
-Serie.- Digo finalmente al acabar de comer la galleta.
-Me han estado recomendando una..- Comentó poniendo cara de idiota.- Creo que empezaba por m.. me.. merlin, eso es.
-Seras idiota.- Dije riéndome.
-¿Que?- Preguntó confundido.
-Es merli.
-Pues eso merlin.
-Sin la N idiota.
-Ash, da igual.
-Y te la recomendé yo.- Dije riendo y el rodó los ojos.
-¿Te la viste ya?- Revolvió su cabello mientras reia como idiota ignorando lo que dije.
-Que va, solo hasta el cuarto capitulo de la primera temporada.
-¿Entonces? De que te quejas.- Añadió fulminándome con la mirada.
-No me he quejado.- Rodé los ojos.
-No hagas eso.
-¿El que?- Rodé los ojos de nuevo y el me miro desafiante. - ¿Eso?
-Si eso.
Volví a hacerlo burlona, pero esta vez acaté la consecuencia, Aaron se abalanzo sobre mi y me tiro a la cama impidiendo que realizase algún movimiento, su mano derecha, que contenía las mías, apretaba levemente para no producirme ningún daño, mientras que la otra levantaba mi pijama para posteriormente comenzar a producirme cosquillas.
Patalee sin resultado y finalmente me rendí.
-¡Lo siento!
Nada más pronunciarlo sus manos me soltaron y un alivio invadió mi cuerpo.
ESTÁS LEYENDO
Mi Sexy Hermanastro Y Su Mejor Amigo.
Teen Fiction-¡Dios Aaron deja de tratarme como una niña pequeña!- Grite. -Eres una niña.- Levantó los hombros mientras apoyaba su cuerpo en el armario de mi habitación. -No soy una niña, tengo dieciocho años joder.- Me desesperé.- El hecho de ser tú hermanastra...