Cap. 5

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Me desperté acalorada, miré por la ventana y aún no había salido el sol, bajé la persiana y abrí la ventana.

Mi estómago rugió por lo que decidí ir a la cocina a prepararme un colacao.

Saqué el colacao del microondas, lo dejé en la encimera y me giré para buscar un paquete de galletas cuando la figura de Aaron me sobresaltó.

-Joder Aaron.- Gruñí poniendome la mano en el corazón y esperando a que este se relajara.-¿Que haces ahí pasmao?

-Oí ruido y pensé que había entrado un ladrón.- Dijo riendo por el saltito que pegué.

-Si claro, y vino a hacerse un Colacao, no te jode..- Reí con el.

Me agaché y busque en el armario el paquete de galletas, lo cogí junto con el vaso de Colacao y me dispuse a volver a la habitación cuando la voz de Aaron me frenó.

-No puedo dormir.

-Hazte una paja.

-Graciosa.

-Siempre.

-¿Vas a hacer algo?

-Ven anda.- Suspiré y él me siguió hasta la habitación.

Dejé el picoteo en la mesa y me senté en la silla mientras que Aaron se sentó en el borde de la cama.

-Dios, esto es un horno.- Dijo sacudiéndose la camiseta.

-Por algo me he despertado..- Río.

-No me extraña.-- Rió conmigo.- ¿Qué vas a hacer?

-Tenia pensado ponerme algo en Netflix...- Digo pensativa mientras meto una galleta en el colacao.- ¿Ideas?

-¿Tipo peli o serie?

-Serie.- Digo finalmente al acabar de comer la galleta.

-Me han estado recomendando una..- Comentó poniendo cara de idiota.- Creo que empezaba por m.. me.. merlin, eso es.

-Seras idiota.- Dije riéndome.

-¿Que?- Preguntó confundido.

-Es merli.

-Pues eso merlin.

-Sin la N idiota.

-Ash, da igual.

-Y te la recomendé yo.- Dije riendo y el rodó los ojos.

-¿Te la viste ya?- Revolvió su cabello mientras reia como idiota ignorando lo que dije.

-Que va, solo hasta el cuarto capitulo de la primera temporada.

-¿Entonces? De que te quejas.- Añadió fulminándome con la mirada.

-No me he quejado.- Rodé los ojos.

-No hagas eso.

-¿El que?- Rodé los ojos de nuevo y el me miro desafiante. - ¿Eso?

-Si eso.

Volví a hacerlo burlona, pero esta vez acaté la consecuencia, Aaron se abalanzo sobre mi y me tiro a la cama impidiendo que realizase algún movimiento, su mano derecha, que contenía las mías, apretaba levemente para no producirme ningún daño, mientras que la otra levantaba mi pijama para posteriormente comenzar a producirme cosquillas.

Patalee sin resultado y finalmente me rendí.

-¡Lo siento!

Nada más pronunciarlo sus manos me soltaron y un alivio invadió mi cuerpo.

Mi Sexy Hermanastro Y Su Mejor Amigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora