Después de sentir marchar a Aaron decidí comenzar a prepararme, igual que Aaron tenía una reunión con su padre yo debía ir con mi madre y una de sus amigas.
La idea no me agrada del todo, pero tampoco puedo negarme ya que me juego mi futuro en la empresa.. Además, al fin y al cabo saco beneficio, ya que al ser buena estudiante mi madre solo con hacer una llamada a la directora ya puede hacerme faltar a clase el tiempo que le venga en gana.
Me di una ducha y me dirigí directa al armario para elegir que me pondría, ya que mi madre me dijo que debía de ir bien vestida, me puse una blusa lencera color mostaza y un pantalón negro con un cinturón negro y unos botines negros, una vez me vestí me arreglé el cabello, una coleta alta, y me maquillé un poco.
Al terminar bajé al salón en el que me debía estar esperando mi madre y mi mirada se desvió a Sebas que estaba apoyado en la encimera.
-Estas preciosa.- Comentó a lo que yo me sonrojé.
-¿Que haces..?
-Ven.
Hice lo que me pidió, me cogió de la cintura y me plantó un largo y dulce beso en la boca que fue interrumpido por mi madre.
-Pero bueno tortolitos...- Dijo sonriente.
-Yo..
-No te preocupes cariño, Ya sabia que estabais juntos.
-¿Co..?
-Nos contó Sebas que llevabais 2 meses.- Comentó la madre de sebas.
Hoy no me dejan terminar una frase..
Espera...
¡¿Cómo ha dicho?!
-¡¿Que!?
Un pellizco y una mirada de ¨por favor sígueme el rollo¨ por parte de Sebas hizo que le siguiera el juego.
-No me dijiste que ya lo sabían.- Añadí.
-Lo siento cariño..
-Bueno niños, dejémonos de dilemas y vamos que nos están esperando.- Comentó mi madre.
Dicho eso pusimos rumbo a los coches y Sebas me llevó hacia el suyo.
-Yo voy con ella.- Dijo a lo que nuestras madres asintieron.
Sebas me abrió la puerta y yo me adentré en el mismo, una vez ambos en el coche comenzamos a seguir al coche de en el que iban nuestras madres.
-¿Se puede saber que pasa aquí?- Dije rompiendo el silencio.
-A ver.. - Hizo una pausa y continuó.- Mi madre y la tuya pactaron hace mucho nuestra unión.
-¡¿Como?!- Me alteré.
-Lose, es una locura..- Se revolvió el cabello.- Lleva meses insistiéndome en que te conozca, pensé que debías ser fea y como nunca supe como eras por culpa de Aaron..
-¿Por culpa de Aaron?- Lo interrumpí.
-El es como mi hermano, sabia que si te conocía y al final sucedía algo lo iba a perder y no quería.
-Y.. ¿Qué te hizo cambiar de opinión?- Comenté.
-El día que te conocí me pasé para que Aaron me devolviera una sudadera y me invitó a echar unas plays con el..- Suspiró.- Luego apareciste tu y...
-Y no era tan fea como pensabas.- Comente molesta.
-Lo siento.. pero no se concierta un matrimonio así por qué sí si una de las personas no es estéticamente llamativa como para aspirar a mas.
-Serás arrogante..
-Se que he sonado así pero no quería...
-Sigue.
El suspiró y continuó.
-El nunca quiso que te conociera, es mas, ese día el pensaba que no estabas en casa, supuse que era porque no quería que su mejor amigo se metiera con su hermana así que decidí no meterme hasta hace unos días, mi madre empezó a dudar de mis excusas de porque no te veía por la casa..
-O sea que me estas utilizando.- Le interrumpí.
-No.
-Eso es lo que has insinuado.
De repente frenó y con agilidad cogió su teléfono y mandó un mensaje.
-Cuando te vi no pude creer que eras tu.- Dijo guardando su móvil.- Supuse que serias una pija o algo por el estilo.. pero cuando te volví a ver en aquella cena y te conocí me gustaste.
-Si ya.
-De verdad, eres jodidamente genial y ahora entiendo porque Aaron no quería que te conociera.
-No te creo.
-Dime que tengo que hacer para que me creas.- Dijo mientras cogía mis manos.
-Dile la verdad a tu madre.
-No puedo..
-Entonces me voy.- Dije abriendo la puerta del coche.
-Espera.- Me frenó.-Lo haré.
-Confío en ti.- Dije finalmente y cerré la puerta.
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Mi Sexy Hermanastro Y Su Mejor Amigo.
Teen Fiction-¡Dios Aaron deja de tratarme como una niña pequeña!- Grite. -Eres una niña.- Levantó los hombros mientras apoyaba su cuerpo en el armario de mi habitación. -No soy una niña, tengo dieciocho años joder.- Me desesperé.- El hecho de ser tú hermanastra...