Me desperté envuelta en los brazos de Aaron, la noche había sido increíble y no puedo parar de pensar que mi vida escrita seria un autentico libro cliché.
¿Quién me iba a decir a mi que acabaría loca por el idiota pero jodidamente atractivo de mi hermanastro?
Sin cortarme un pelo comencé a besar su rostro, haciendo una ligera parada por su boca, la cual continuó mi apasionado beso y bajando por su perfecto abdomen.
Notaba la acelerada respiración de Aaron y como su pecho subía y bajaba con rapidez, sin darme tiempo de respuesta me cogió y me colocó ahorcajadas suyo y volvió a unir sus labios con los mios desesperado.
Cuando el momento se estaba poniendo mas ardiente nuestros teléfonos sonaron a la vez desconcertándonos por completo.
En el mío ponía mamá y Aaron al enseñarme el suyo ponía papá.
Se me erizó la piel y tragué fuerte para seguidamente contestar.
-¿Si?
-¡¿Se puede saber que es eso de que Aaron y tu estáis juntos?!- Estaba enfadada.
-Como..
-¿Que como me he enterado?- Rió irónica.- No os habéis cortado un pelo.
-Mama yo..
-No.- Musitó.- No digas una sola palabra, mañana volvemos y hablaremos de esto seriamente.
Y dicho eso colgó.
Aaron seguía al teléfono y yo no pude evitar derrumbarme.
¿Quién sabría lo que mi madre estaría dispuesta a hacer?
Aaron al verme se despidió de papá y me envolvió en sus brazos, respiré su aroma y me relajé.
-¿Que haremos ahora?- Pregunté entrecortada.
-¿Ahora?- Dijo el sonriente.- Disfrutaremos del día juntos y ya pensaremos en lo que pasará mañana..
-Pero...
-Pero nada.- Me interrumpió poniendo su dedo índice en mis labios.- Hoy es nuestro día y no voy a dejar que nada lo estropee.
Me dió un corto beso en los labios y me llevó hasta el baño, llenó la bañera e hizo espuma, mientras yo me desnudaba y al girarme vi a Aaron completamente desnudo con una barba de espuma, por lo que no pude evitar hecharme a reir.
-¿No era que te gustaban mayores?- Dijo acercándose y rodeando mi denuca cintura con sus manos.
-No taan mayores.- Reí y quité la espuma de su rostro para seguidamente besarle.
Enrosqué mis piernas en su cintura y me llevó hasta la bañera, me dió la vuelta y mi espalda quedó pegada a su abdomen.
Ambos disfrutábamos del calor del agua y de la poca espuma que quedaba, debido al tiempo que llevábamos en el agua y sin comerlo ni beberlo el sentimiento de dolor volvió a mi.
Mi corazón se retorció al pensar en el simple hecho de que esto se acabaría, de que debería renunciar a él.
Pero..
¿Y si no lo hacía?
¿Y si me iba con el?
-Aaron..- Lo llamé en un hilo de voz.
-Dime pequeña.
-Vamonos.- Musité.
-¿A dónde?- Preguntó él.
-Lejos, donde nadie pueda decirnos que hacer, donde no nos encuentren..- Susurré.
-Te seguiría al fin del mundo mi vida.
Me giré quedando de frente a él y lo besé, lo besé como nunca, me encantaba y no iba a permitir que nadie me lo arrebatara.
Tras un baño muy intenso, fuimos a la cocina y preparamos algo rápido, comimos y tras pasar un rato viendo Netflix me levanté sin decir nada y fuí hasta la puerta que llevaba al jardín.
-¿A dónde vas nena?- Preguntó él y yo le miré divertida, me quité la bata quedando completamente desnuda y me dirigí a la piscina.
Una vez en el borde, lo observé, se estaba mordiendo el labio y miraba cada movimiento que realizaba, le indiqué que se acercara y así hizo, una vez a mi lado de un rápido movimiento nos tiramos ambos en la piscina, enredé mis piernas en su cintura y pegué mis labios a los suyos.
Le quité la camiseta y la lancé a un lado, pasé mis dedos por sus abdominales y pegué mi desnudo pubis a su marcada erección que aún yacía dentro de sus boxers.
-¡¿Que demonios?!- El grito de mi madre nos desconcertó a los dos y yo me quedé inmóvil.
-Mama..
-¡Vístete! Por el amor de Dios.
Aaron me pasó su camiseta que por suerte me tapaba entera y salí de la piscina.
-¿No veníais mañana?- Pregunté poniéndome al lado de Aaron.
-¡No te acerques a él!- Gritó e inconscientemente me alejé.- Vine para ver si lo que me habían dicho era verdad, y ya veo que lo es.
-Mamá por favor..
-¡Cállate!- Gritó.- No me esperaba esto de tí, ve dentro.- Dijo y al ver que lo me movía añadió.- ¡Ya!
El grito hizo que diera un respingo, al entrar divisé dos figuras masculinas y al darme cuenta de quienes eran se me calló el mundo a los pies.
-Abuelo...
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Penúltimo capítulo lector@s!
Tienen intriga del final??
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Mi Sexy Hermanastro Y Su Mejor Amigo.
Novela Juvenil-¡Dios Aaron deja de tratarme como una niña pequeña!- Grite. -Eres una niña.- Levantó los hombros mientras apoyaba su cuerpo en el armario de mi habitación. -No soy una niña, tengo dieciocho años joder.- Me desesperé.- El hecho de ser tú hermanastra...