Capitulo 34

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Me desperté envuelta en los brazos de Aaron, la noche había sido increíble y no puedo parar de pensar que mi vida escrita seria un autentico libro cliché.

¿Quién me iba a decir a mi que acabaría loca por el idiota pero jodidamente atractivo de mi hermanastro?

Sin cortarme un pelo comencé a besar su rostro, haciendo una ligera parada por su boca, la cual continuó mi apasionado beso y bajando por su perfecto abdomen.

Notaba la acelerada respiración de Aaron y como su pecho subía y bajaba con rapidez, sin darme tiempo de respuesta me cogió y me colocó ahorcajadas suyo y volvió a unir sus labios con los mios desesperado.

Cuando el momento se estaba poniendo mas ardiente nuestros teléfonos sonaron a la vez desconcertándonos por completo.

En el mío ponía mamá y Aaron al enseñarme el suyo ponía papá.

Se me erizó la piel y tragué fuerte para seguidamente contestar.

-¿Si?

-¡¿Se puede saber que es eso de que Aaron y tu estáis juntos?!- Estaba enfadada.

-Como..

-¿Que como me he enterado?- Rió irónica.- No os habéis cortado un pelo.

-Mama yo..

-No.- Musitó.- No digas una sola palabra, mañana volvemos y hablaremos de esto seriamente.

Y dicho eso colgó.

Aaron seguía al teléfono y yo no pude evitar derrumbarme.

¿Quién sabría lo que mi madre estaría dispuesta a hacer?

Aaron al verme se despidió de papá y me envolvió en sus brazos, respiré su aroma y me relajé.

-¿Que haremos ahora?- Pregunté entrecortada.

-¿Ahora?- Dijo el sonriente.- Disfrutaremos del día juntos y ya pensaremos en lo que pasará mañana..

-Pero...

-Pero nada.- Me interrumpió poniendo su dedo índice en mis labios.- Hoy es nuestro día y no voy a dejar que nada lo estropee.

Me dió un corto beso en los labios y me llevó hasta el baño, llenó la bañera e hizo espuma, mientras yo me desnudaba y al girarme vi a Aaron completamente desnudo con una barba de espuma, por lo que no pude evitar hecharme a reir.

-¿No era que te gustaban mayores?- Dijo acercándose y rodeando mi denuca cintura con sus manos.

-No taan mayores.- Reí y quité la espuma de su rostro para seguidamente besarle.

Enrosqué mis piernas en su cintura y me llevó hasta la bañera, me dió la vuelta y mi espalda quedó pegada a su abdomen.

Ambos disfrutábamos del calor del agua y de la poca espuma que quedaba, debido al tiempo que llevábamos en el agua y sin comerlo ni beberlo el sentimiento de dolor volvió a mi.

Mi corazón se retorció al pensar en el simple hecho de que esto se acabaría, de que debería renunciar a él.

Pero..

¿Y si no lo hacía?

¿Y si me iba con el?

-Aaron..- Lo llamé en un hilo de voz.

-Dime pequeña.

-Vamonos.- Musité.

-¿A dónde?- Preguntó él.

-Lejos, donde nadie pueda decirnos que hacer, donde no nos encuentren..- Susurré.

-Te seguiría al fin del mundo mi vida.

Me giré quedando de frente a él y lo besé, lo besé como nunca, me encantaba y no iba a permitir que nadie me lo arrebatara.

Tras un baño muy intenso, fuimos a la cocina y preparamos algo rápido, comimos y tras pasar un rato viendo Netflix me levanté sin decir nada y fuí hasta la puerta que llevaba al jardín.

-¿A dónde vas nena?- Preguntó él y yo le miré divertida, me quité la bata quedando completamente desnuda y me dirigí a la piscina.

Una vez en el borde, lo observé, se estaba mordiendo el labio y miraba cada movimiento que realizaba, le indiqué que se acercara y así hizo, una vez a mi lado de un rápido movimiento nos tiramos ambos en la piscina, enredé mis piernas en su cintura y pegué mis labios a los suyos.

Le quité la camiseta y la lancé a un lado, pasé mis dedos por sus abdominales y pegué mi desnudo pubis a su marcada erección que aún yacía dentro de sus boxers.

-¡¿Que demonios?!- El grito de mi madre nos desconcertó a los dos y yo me quedé inmóvil.

-Mama..

-¡Vístete! Por el amor de Dios.

Aaron me pasó su camiseta que por suerte me tapaba entera y salí de la piscina.

-¿No veníais mañana?- Pregunté poniéndome al lado de Aaron.

-¡No te acerques a él!- Gritó e inconscientemente me alejé.- Vine para ver si lo que me habían dicho era verdad, y ya veo que lo es.

-Mamá por favor..

-¡Cállate!- Gritó.- No me esperaba esto de tí, ve dentro.- Dijo y al ver que lo me movía añadió.- ¡Ya!

El grito hizo que diera un respingo, al entrar divisé dos figuras masculinas y al darme cuenta de quienes eran se me calló el mundo a los pies.

-Abuelo...

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Penúltimo capítulo lector@s!
Tienen intriga del final??

Mi Sexy Hermanastro Y Su Mejor Amigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora