Me desperté por la intrusión de mi madre en la habitación, instintivamente miré a los lados de la cama en busca de Aaron, que por mi gran suerte y desilusión ya no estaba ahí.
-¿Que buscas cariño?- Preguntó mi madre al verme.
-El móvil.- Dije rápidamente y ella ladeó la cabeza.
-¿Ya lo has perdido?
-¡No! Es solo que.. No se donde lo dejé anoche.- La miré y cambié de tema rápidamente.- Mama..
-Dime cielo.- Respondió sentándose en el borde la cama.
-¿Por qué tuviste que decir lo de la boda?
-Cariño, es algo que va a suceder.- Comentó.- Además, estabas saliendo con el, no veo porque la pregunta.
-Ya no estoy con el..- Confesé mientras me incorporaba en la cama tapándome ya que estaba desnuda aún.
-Bueno cariño, volveréis, son rocecillos tontos que se pasan en seguida.
-Mama.- Suspiré y la miré.- No me quiero casar.
-Maya, es buen chico, atento, cariñoso y adinerado.- Comentó.- No sé que buscarás, pero, para mí, eso es perfecto.
Busco a Aaron, es con el quien con quiero pasar mi vida.
-Me da igual lo que sea, no quiero casarme con el y punto.- Musité.
-Cariño, ya está todo hablado, no hay vuelta atrás.- Afirmó y yo la miré incrédula.
-¿Por qué? ¿Por qué con el?
-Eso es tema de negocios, ya lo entenderás.- Dijo levantándose.- ¿Me ayudas con la maleta?
-Dame 5 minutos.
Y dicho eso salió de la habitación.
Me incorporé y busqué en el armario algo rápido que ponerme, un vestido violeta veraniego apareció en mi campo de visión y no dudé en ponérmelo.
Me recogí el cabello en una coleta alta y salí de la habitación encontrándome de frente con Aaron.
Este sin si quiera mirarme ni hablarme cogió las maletas de mamá y las bajó hasta el coche.
Yo lo seguí con la mirada mientras bajaba las escaleras y una vez abajo me di cuenta de que Aaron estaba enfadado y ni si quiera sabía porqué.
-Peque, ¿nos acompañas?- Preguntó Alexander y yo negué con la cabeza.- ¿Pasó algo?
-No.. es solo que tengo que estudiar para un examen de mañana y no lo llevo muy bien.
-Bueno, no pasa nada.- Me dedicó una sonrisa de compasión y se acercó para darme un abrazo.- Dale tiempo.- Susurró en mi oído y al pensar a que se refería me entristecí.
-¿Ya está todo?- Preguntó mamá al entrar en la sala.
-Si señora.- Dijo Alexander riendo.- Maya se queda a estudiar.- Añadió y ella se acercó a mí.
-Te quiero cariño.- Dejó un beso en mi mejilla y se fué con ellos.
Una vez me quedé sola fuí directa a la piscina y me tiré en ella. Cerré mi ojos y relajé mi cuerpo por completo quedando flotando en medio de la piscina.
No entendía que cojones había pasado si ayer se había arreglado todo.
De repente algo me salpicó e hizo que moviera el agua de manera exagerada, al mirar que fue el causante vi a una Laurence de mala leche.
-¡Ahora se por qué demonios no respondías!- gritó saliendo del agua y estrujando su ropa para quitar algo de agua.
-¿A que vienen esos humos?- Pregunté acercándome a la orilla.
-Vienen a que no me cogías el puto teléfono y cuando te vi ahí quise lanzarte una pelota a la cara y me caí al acercarme a la orilla.- Musitó con cara de puchero y yo solté una carcajada.
-Punto uno, no se dónde dejé el móvil.- Ella achinó los ojos y yo continúe.- Punto dos eso te pasa por perra.- Su boca formó una o y puso su mano en el pecho haciéndose la ofentida.- Y punto tres yo debería estar acompañando a mis padres al aeropuerto, así que da las gracias de no haber venido en vano.- Reí saliendo del agua y ella me miró intensa.
Abrió la boca y la volvió a cerrar, así repetidas veces hasta que finalmente habló.
-Te iba a decir algo y se me ha olvidado.
Solté otra carcajada y le indiqué que me siguiera, cogí un par de toallas y le lancé una.
-¿Te acuerdas ya?- Pregunté secándome.
-No.- Dijo haciendo lo mismo.
-Entonces no era tan importante.
-¡Sí que lo era!- Gritó dando un saltito y suspiró.
Ya que no se acordaba decidimos hacer algo en la tarde, como ver Netflix e incharnos a ganchitos.
No nos dió tiempo a poner la primera película cuando Aaron hizo acto de presencia, nos miró y sin decir nada se fué a su habitación.
-¿Que le pasa a este?- Preguntó metiéndose un puñado de palomitas en la boca.
-Ni idea.- Musité poniendo la película.
Tras tres películas el móvil de Laurence no paraba de sonar y harta del sonidito molesto que parecía no importarle mucho a Laurence paré la pelicula y ella me miró.
-¡¿Qué haces!?- Gruñó.- ¡Es la mejor parte!
-¿Puedes apagar tu jodido móvil?
-¡Yo no tengo la culpa de tener vida social!- Dijo levantando las manos.- Además mi madre te iba a llamar.
-¿Porqué?
-No me acuerdo, pero tenía que ver con lo que venía a preguntarte.
La miré extrañada y subimos ambas a mi habitación, después de 10 minutos buscando encontramos mi móvil debajo de la cama con la pantalla rota.
-¡Pero que demonios!- Gruñí al verlo.
Encendí la pantalla para ver cuan grave era el destrozo y dos mensajes de Sebas de esta mañana llamó mi atención.
Lo abrí y me quedé sin habla.
Sebas.
¿Ya te has olvidado de tu futuro marido preciosa?
Tenemos algo pendiente..Ahora entiendo porque mierdas Aaron ni me mira, ese capullo lo hizo aposta.
-¡Joder!- Gruñí y lancé el movil.
-¿Se puede saber qué ha pasado?- preguntó Laurence al ver el móvil volar por encima de su cabeza.- ¡Casi me das!
-Lo siento.- Musité.- Sebas es un hijo de puta.
-¡Ya me acuerdo!- Gritó y yo la miré.- La boda, venía a preguntarte lo de la boda.
-¿Cómo mierda lo sabes?
-Lo sabe toooodo el instituto.- Dijo alargando la o.
-Me cago en ese hijo de perra.- Gruñí de nuevo y abrí el armario, cogí unas sandalias, me las puse y salí de la habitación hechando chispas.
-¡Maya! - Gritó Laurence siguiéndome.- ¡Maya!
Seguí mi camino sin girarme y la voz de Aaron resonó en toda la habitación.
-¿A dónde vas?- Su voz era ronca y me observaba desde la Isleta de la cocina, lo miré, mi enfadó crecía por momentos y él lo notó ya que su mirada cambió y se incorporó.- ¿Que..?
-Ni me dirijas la palabra Aaron.- gruñí cortándole.- ¿Te has pasado el día ignorandome y me preguntas ahora que a dónde mierdas voy?- Bajó la mirada y apretó los puños ligeramente.- Que te jodan Hale.
Salí de la casa y Laurence me siguió a su coche.
-¿Me puedes decir a mi al menos, a dónde vas?
-A ver a ese cabrón.- Dije girándome.- Y tú, vas a llevarme.- Añadí señalándola.
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Mi Sexy Hermanastro Y Su Mejor Amigo.
Teen Fiction-¡Dios Aaron deja de tratarme como una niña pequeña!- Grite. -Eres una niña.- Levantó los hombros mientras apoyaba su cuerpo en el armario de mi habitación. -No soy una niña, tengo dieciocho años joder.- Me desesperé.- El hecho de ser tú hermanastra...