Un par de semanas después...
JESÚSEstoy recostado en mi cama leyendo un libro que me he encontrado en un cajón, "Los juegos del hambre", son cuatro libros, este es el segundo. En realidad, no lo estoy leyendo, simplemente estoy ojeando la tapa y leí el pequeño resumen que está en la parte trasera.
Dejo el libro donde lo encontré y me levanto de la cama, estiro mi cuerpo y observo unos segundos la vista que tengo por mi ventanal.
Escucho dos pequeños golpes en mi puerta, digo un "pase" y la puerta se abre dejando ver a una niña, por que vamos, aunque sea tan sólo un año menor que yo, es una niña.
Va con su pelo recogido en una coleta dejando escapar un par de mechones de su flequillo, lleva unos jeans oscuros y una camisa suelta blanca con rayas negras y mangas que le llega hasta un poco antes del codo. Algo simple pero que le queda precioso.
Ya han pasado varias semanas desde que llegué a la casa junto a mi familia, creo que han sido tres o quizá ya haya pasado un mes, no tengo idea. Nuestra relación ha avanzado y creo que ya la puedo tomar como una amiga, hablamos de muchísimos temas, tenemos varios gustos similares y hay química, es agradable pasar tiempo con ella.
Aunque a pesar de ello, sigue siendo la niña tímida que el día en el que la conocí, se sonroja con facilidad y es muy vergonzosa todavía, supongo que no tenemos tanta confianza.
Ella me mira y sus mejillas se tiñen de rojo al notar que estoy sin camiseta y con unos pantalones de pijama. Noto que está incómoda y cojo la camiseta que me había sacado y me la pongo, la miro y ella mira sus zapatillas nerviosa.
-Tu padre me dijo que os avise que ya llegó vuestro equipaje -dice con la voz muy baja- está abajo, en el salón, ya le he avisado a Dani, y nada, eso, nos vemos luego, adiós -dice rápido mirándome por última vez y esconde su rostro girando la cara. Sale de la habitación cerrando la puerta y puedo escuchar gracias al silencio de mi habitación que soltó un suspiro nervioso.
Si, recién hoy llega nuestro equipaje, resulta que se perdió y lo subieron en otro avión con destino a Francia, si, Francia.
Sonrío pensando en su cara cuando vio mi torso y me sonrojo sin razón. Últimamente me pasa muy seguido.
Me dirijo hasta la puerta, la abro y salgo hacia el salón. Bajo las escaleras acomodando mi pelo y sólo está ella leyendo un libro en el sillón junto a mis maletas. Ella se percata de mi llegada y aparta la vista de su libro para posarla sobre mí, me recorre rápidamente de pies a cabeza y se sonroja.
-Dani ya se ha llevado sus maletas -dice peinando su pelo con sus pequeñas manos, lo que daría por enredar mis manos en él, parece muy suave, con que shampoo se lavará? -Jesús? -interrumpe mis pensamientos.
-Eh? Ah, sí, perdona -sacudo mi cabeza y me dirijo hacia las maletas- estaba distraído pensando en una tontería -río agarrando dos maletas y un bolso, miro las 3 maletas que me quedan por subir y el recorrido que tengo que hacer.
-Quieres que te ayude? -mira las maletas y luego me mira a mi.
-No hace falta, no son tantas y seguro son pesadas -hago una mueca soltando las maletas que agarré- pero si quieres puedes llevar este bolso -le sonrío sin mostrar los dientes.
-Claro, espera cinco segundos.
Exactamente cinco segundos después de que dijera eso, mientras colocaba un marcador en las hojas de su libro y lo dejaba a un lado, se levantó del sofá y tropezó con el borde de la alfombra.
En ese momento suelto el bolso y la tomo por la cintura y brazo antes de que cayera de cara al suelo.
Ella mira hacia arriba y está a tan sólo unos 8 centímetros de mi cara, puedo ver sus pequeñas pecas y sus labios secos de cerca, recorro su rostro con la mirada durante unos eternos segundos, ella hace lo mismo, me paré en sus ojos marrones.
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Without Lies - [ Jesús Oviedo ]
Werewolf-...No puedo prometerte algo como la luna, ni enseñarte hasta la última estrella del universo, supongo que eso no está a mi alcance -sonríe un poco mientras toma mis manos y clava su vista en mis ojos- Pero lo que si puedo prometerte, es amarte toda...