EMMA
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Cinco cuadras después de pensar en los pros y en los contras que tendría hacer listas de todo tipo de cosas, aunque han sido veinte pros y cinco contras, llegamos hasta la tienda de artículos para mascotas.Estacionamos el coche en el borde de la calle y bajamos, abro la puerta de los asientos traseros y cojo en brazos a Mili, quien seguía dormida.
Cierro la puerta con la cadera y me acerco con una sonrisa a Jesús, él pasa su brazo por mis hombros y abre la puerta corrediza.
Miro a nuestro alrededor y deduzco que tendremos que venir otra vez a mirar todo lo que hay aquí, hoy tan solo tendremos media hora para comprar lo necesario.
-Será mejor que empecemos ya o no llegaremos. -Jesús asiente.
Jesús coge un carrito como los de supermercado y pongo a Mili dentro de él.
Caminamos hasta la sección de alimentos y compramos una bolsa grande, también cogemos un collar, una correa, un tarro para su comida y otro para el agua, una cama de color rosa y detalles blanco, como cinco juguetes, galletas y un adorable vestidito.
Si, es mucho, pero Mili es como mi hija y quiero mimarla, que sea como una princesa consentida.
Hemos tardado más de cinco minutos en decidir con qué dinero comprabamos todo, si con el suyo o el mío, pero he logrado llegar con Jesús al acuerdo de que yo lo pago, esta vez, pero tengo que hacer algo a cambio, aún no sé el qué ni sé si fue una buena o una mala decisión aceptar.
Salimos de la tienda con cuatro bolsas, yo llevo una y a Mili y Jesús lleva las otras tres, a pesar de mi insistencia.
Él deja las bolsas a un lado y abre el maletero, las mete allí y yo hago lo mismo con la que queda, dejo a Mili en los asientos de atrás y subo en el del acompañante, me pongo el cinturón y nos dirigimos hasta un supermercado.
-He estado pensando en que podríamos hacer listas. -le comento y él me mira con el ceño fruncido.
-Listas? -asiento.
-Si, listas. Como por ejemplo una lista de tareas o una lista de compras. -él sonríe.
-Vale. -sonrío.
Jesús está callado, demasiado para ser él, como pensativo, serio, y el silencio me incomoda, así que prendo la radio y cambio de estación hasta encontrar una canción pop que me llama la atención.
Al cruzar un semáforo en verde escucho el ruido de unas llantas hacer un ruido a mi derecha, por lo que giro la cabeza y me encuentro a un coche dirigiéndose hacia nosotros a una gran velocidad.
El miedo y el pánico hace que grite el nombre de Jesús y que frene de golpe el coche, no sé cómo pero le da tiempo a cubrirme la cabeza con sus brazos y apretarme contra él.
Cierro los ojos y lo abrazo, siento miedo mucho miedo, pánico por mi vida, pánico por Jesús, pánico por no querer morir.
El coche hace un movimiento brusco y siento como se mueve hacia un costado, tiemblo y con miedo abro los ojos, me separo de Jesús y lo miro.
-Estás bien? Te has hecho daño? -me toca la cara y los brazos.
-Estoy bien... -susurro- y tú? -acaricio su mejilla.
-Estoy bien. -suspiramos.
Trago saliva y lo beso, no es el mejor momento pero estoy aterrada, pensé en lo peor a pesar de ser siempre positiva, supongo que es un acto involuntario de todos los humanos, pensar en lo malo antes que en lo bueno.
Nos separamos y lo abrazo, veo por encima de su hombro como la gente se acerca aterrada.
-Voy a salir...
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Without Lies - [ Jesús Oviedo ]
Werewolf-...No puedo prometerte algo como la luna, ni enseñarte hasta la última estrella del universo, supongo que eso no está a mi alcance -sonríe un poco mientras toma mis manos y clava su vista en mis ojos- Pero lo que si puedo prometerte, es amarte toda...