(Música recomendada en multimedia)
JESÚS
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Niega con la cabeza y yo me acerco más a ella estrechandola en mis brazos, ella se resiste un poco pero se rinde a los pocos segundos, me abraza y las barreras que intentó construir con cartón y cinta adhesiva se caen de golpe.Yo pongo mi mentón en su cabeza, que está escondida en el hueco de mi cuello, como si estuviera buscando refugio.
Clava la yema de sus dedos en mi espalda soltando sollozos mucho más fuertes y siento como cada una de sus lagrimas bajan desde sus ojos hasta mi torso y se absorben en mi piel desnuda.
Aparta luego de unos segundos la cabeza pero sus manos siguen en mi espalda, afenrrándome tan fuerte contra ella como si tuviera miedo de que desapareciera, como si fuera a abandonarla en cualquier momento.
Acerco mi cara a la suya y la beso, la beso despacio, mientras ella llora y sus lagrimas saladas caen en nuestros labios.
Una de mis manos va hacia su cabello y lo acaricio, ella solloza y hago que termine el beso, no quiero estar así.
Pego mi frente a la suya y siento sus largas pestañas rozar las mías.
Siento como tiembla y no sé si es porque hace frío y ella está con sólo mi camiseta puesta o por el llanto.
Nuca imagine verla en esta situación, y quién lo diría, la tímida, sensible, vergonzosa y hermosa chica de tez pálida, con pecas y ojos marrones, que conquistó a mi corazón en 5 segundos, a las 11 de la mañana, acaba de enterarse que vivió una mentira parte de su vida.
Está llorando entre mis brazos y yo no sé que hacer más que abrazarla e intentar que deje de llorar con simples palabras.
No quiero verla así, no lo soporto, si pudiera hacer algo, cualquier cosa para verla reír nuevamente, lo haría sin pensarlo dos veces.
Pagaría lo que fuera, daría mi pulmón si es necesario, pero necesito verla bien.
Juro que el dolor que siento al verla así, al sentirla llorar sobre mi pecho, es incomparable, nunca sentí un dolor parecido a éste, ni lo quiero volver a sentir nunca.
No es el primer sentimiento que experimento junto a Emma y, aunque espero que no sea el último, no quiero volver a sentir este dolor que me tortura cada centímetro de mi cuerpo.
Siento como si me quemara por dentro, es como un fuego que se esparce.
Como si yo pudiera sentir el mismo dolor que ella, aunque el suyo seguramente no debe compararse con el mío.
Si yo me siento así, no quiero imaginar cómo debe estar pasándola Emma.
Un momento similar a éste me lo imaginé el día en el que le pida matrimonio, aunque la diferencia sería que las lágrimas que está derramando sean de alegria, al igual que las mías.
Pensarán que es muy apresurado, pero en mi defensa, me lo he imaginado mientras veíamos una película en la que en el momento en el que el chico le pide matrimonio a la chica, Emma se puso a llorar sobre mi pecho.
Ese momento se vino de repente en mi mente y recuerdo cómo se fue en cuanto Maléfica... Digo, Lindsay, reveló lo de su enfermedad.
Pero ahora ha vuelto a mi mente, llenándome de esperanzas.
Me intento separar lentamente de ella pero me lo impide, noto el pánico en sus ojos mientras recorre los míos en busca de alguna explicación.
-Iré a buscar una manta, estás tiritando, no tardaré -beso su frente.
Parece costarle, pero asiente, despega sus manos de mi espalda y yo me levanto, siento como el frío me invade cada centímetro de mi cuerpo cuando me pongo de pié.
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Without Lies - [ Jesús Oviedo ]
Werewolf-...No puedo prometerte algo como la luna, ni enseñarte hasta la última estrella del universo, supongo que eso no está a mi alcance -sonríe un poco mientras toma mis manos y clava su vista en mis ojos- Pero lo que si puedo prometerte, es amarte toda...