Without Lies - [ Jesús Oviedo ]

C.33: "Última sorpresa"

EMMA
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Entramos en la habitación y yo cierro la puerta del balcón, caminamos cogidos de la mano y salimos del dormitorio, inhalo fuertemente aire al sentir otra vez el agradable olor a Limón, podría acostumbrarme a esto, compraré fragancia de limón para echar en mi habitación.

De paso también recordaría esta magnífica noche con Jesús.

Entro con Jesús detrás en la puerta que hay enfrente y es el baño.

Parte del piso y de la pared son de cerámicos blancos a excepción de la parte de la ducha, que es de madera, tiene una bañera y un lavamanos, un gran espejo con luces Led a su alrededor y la puerta corrediza que separa la ducha del resto del baño es de vidrio.

Como la mayoría de los baños, tiene un inodoro y un bidet. Nada fuera de lo común si lo lees, pero creo que este será mi lugar preferido estás horas o días que nos quedemos aquí, en realidad no sé cuánto tiempo nos quedaremos aquí, pero aprovecharé cada momento.

Me doy media vuelta y salgo del baño, luego camino hasta la última habitación, que habrá allí dentro y por qué tuvo que ser la última?

—Espera, bonita.

Me giro y observo a Jesús caminar hacia mí con pasos decididos, diablos, Jesús intimida demasiado.

—Esta puerta la tengo que abrir yo -sonríe y me adelanta.

—Vale, señor mandón -río.

Él suspira sonriendo y gira el pomo de la puerta, pero se detiene.

—Pasa algo?

Apenas acabo de formular esa pregunta, Jesús avanza hasta mí dando dos zancadas y me acorrala contra la pared, yo suspiro nerviosa.

—Te a... Te quiero -me besa.

Yo parpadeo confusa, pero a un así le sigo el beso con las mismas ganas que él.

Que me iba a decir? Te adoro? Te ayudo? Te admiro? Te apoyo?

Te amo?

No, imposible, él no puede amarme.

Por qué un chico como Jesús me amaría a mí?

Nos separamos pero él muerde despacio mi labio inferior y sonríe.

—Ahora sí -Dice con la respiración agitada.

Se separa y yo me quedo unos segundos en pausa.

Luego camino hasta adelante de la puerta nuevamente y esta vez, Jesús la abre por completo, es una sala... Vacía?

Tanto misterio para esto?

Confundida miro a Jesús, el cual sonríe.

—Sorpresa, espero que te guste

Yo sonrío de lado media extrañada.

—Es... Una habitación muy bonita? -hago una mueca- No lo entiendo, perdón -suspiro y miro hacia Jesús.

—Observa lo que hay en ella -yo lo hago, pero no hay nada.

—Jesús, tienes esos superpoderes que te hacen ver cosas invisibles? Por que yo no veo nada -encojo los hombros.

—Fíjate bien, por el suelo... -murmura.

Yo camino hasta quedar en el medio de la sala y miro el techo, luego las paredes, las ventanas y abajo de mis pies hasta que mi vista se para en un rincón.

Hay cinco cajas apiladas y entre medio de ellas hay algo moviéndose.

—Jesús! -grito- hay una rata! -me acerco corriendo hacia él.