C.41: "Tobías"

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EMMA
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El ambiente se forma tenso cuando me mira directamente a los ojos y yo no sé qué hacer, la manera en la que él se quedó estático al verme me sorprendió muchísimo.

Dejo de mirarlo cuando Jesús carraspea y aprieta levemente mi mano.

Trago saliva mirando a Jesús y escucho cómo el médico también carraspea.

-Eres Emma? -me pregunta nuevamente, diablos, me olvidé de contestarle antes. Me sonrojo y asiento mirándo hacia otro lado- Un placer Emma, yo soy Tobías, Tobías Plastino y seré tu médico.

-Por hoy... -murmuro.

-Disculpa? -frunce el ceño.

-Oh no, no es nada contra ti, es sólo que todas las veces que vengo me atiende un médico distinto -encojo mis hombros sonrojada.

-Pues... A mi me han dicho que será por un tiempo, quizás un trimestre, osea, tres sesiones -me sonríe y escucho cómo Jesús resopla.

-Él es Jesus, me acompañará las veces que vengo -sonrío mirándolo y él también me sonríe dulce.

-Un placer -le dice asintiendo con la cabeza a modo de saludo- Es tu guardaespaldas? -yo niego.

-Él es... -me quedo callada, no sé qué somos mierda.

-Soy su novio -la voz ronca de Jesús me hace sonrojar.

-Así que novio... -murmura ladeando la cabeza con la intención de que no le escuchemos, pero yo lo he hecho, y he notado como en un segundo, Jesús se tensó.

-Si... Novio -Jesús habla, parece que se desafían con la mirada y no sé qué hacer.

-Debía esperármelo -suspira sonriendo y se dirige hasta su escritorio apoyando su trasero en la parte superior pero tocando el suelo con sus pies- una chica tan guapa como tú -me mira con el rostro serio, intenta intimidarme o lucir sexy, pero no va con él, tiene más pinta de chico bueno- es de esperar que tengas novio -me guiña un ojo.

-Podemos empezar ya con los análisis? Tenemos cosas que hacer -ladra muy serio Jesús.

-Si, claro -sonríe cínico- Emma, sácate la sudadera -se acerca.

Veo las intenciones que tiene, no será capaz de que le pida ayuda, no?

Decido, no sé si por instinto o miedo, a que Jesús sea el que me ayude, no es que la necesite, sé sácarmela yo solita, pero no sé.

-Me ayudas? -le pregunto sonrojada y él asiente algo extrañado.

Me pongo de pié y él desliza las manos desde mi cintura hasta el final de la sudadera, yo levanto los brazos y Jesús me la levanta hasta el pecho, luego baja mi camiseta para que no se vea mi abdomen y termina de sacarla.

Le sonrío y mientras él la deja doblada sobre la camilla yo me acomodo mi cabello con las manos.

Me siento mirando el suelo y muevo los pies de adelante hacia atrás.

-Bien, abre la boca -se acerca Tobías con un palillo de madera y se pone frente a mí, muy pegado.

Abro la boca y saco la lengua, él apoya el palillo en ella y con una linterna ilumina.

-Todo correcto, ahora déjame escuchar tus latidos y tus pulmones -yo asiento y se pone detrás de mi.

Corre mi pelo hacia un lado y roza con sus dedos la piel de mi cuello intentando darme escalofríos, pero ha sido muy brusco, no me causó nada más que ganas de alejarme de él.

Posa el pequeño círculo de metal en mi espalda por encima de la camiseta y luego se pone nuevamente frente a mí.

Hace lo mismo que con la espalda y giro mi vista hacia la derecha mirando la ventana, aún sigue lloviendo y creo que se ha largado peor.

Without Lies - [ Jesús Oviedo ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora