C.42: "Lo he perdido..."

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EMMA
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Mi padre y Jesús se acercan a nosotros tensos, Jesús más que mi padre aunque intenta disimularlo y yo solamente me concentro en él mientras que mi padre saluda y habla de no sé qué asuntos con Luis, quien se ha levantado de mi lado.

Jesús al notar mi mirada puesta en él, me devuelve el gesto y lentamente su rostro se relaja, dejando asomar lentamente una adorable sonrisa sin mostrar los dientes en sus perfectos labios.

-Te sucede algo? -me levanto y lo tomo de la mano.

-No, solamente estaba pensando -posa su otra mano sobre mi mejilla acariciándola.

Sonrío y miro sus labios, estoy deseando estar a solas con él y poder besarlo.

-Emma, te vienes conmigo? -escucho la voz de mi padre detrás de mí.

-Tengo que ir a... -parpadeo un par de veces.

-Emma?

Me siento como en las nubes, un pitido en el oído izquierdo me molesta demasiado y mis párpados se vuelven muy pesados, agregando que ya no siento mis piernas y mis brazos caen a mis lados cansados.

Susurro el nombre de Jesús cuando siento que sus brazos me sujetan y su rostro preocupado es lo último que veo antes de que mis ojos se cerrasen y el pitido se escuche cada vez más lejos con eco.

...

Toco una manta con mis dedos aún con los ojos cerrados y confundida comienzo a escuchar el murmuro de una televisión.

El pitido se escucha nuevamente y frunzo el ceño llevando con algo de esfuerzo mi mano derecha hacia mi frente.

Siento una voz lejana y el tacto de una mano coger la mía.

Paso la mano que tenía en mi frente a mis ojos y los refriego para luego abrirlos lentamente.

Veo borroso y la luz me hace daño por unos segundos, hasta que visualizo a la perfección el despeinado cabello de Jesús y su adorable rostro, esta vez mucho más relajado que cuando me desmayé.

-Hola preciosa -susurra acariciando mi mejilla y yo sonrío débil.

-Hola... -murmuro y toso, tengo la garganta seca.

Jesús me tiende una botella de agua y yo me siento apoyando la espalda en la pared, la sujeto en mis manos y al calmarme le doy un largo trago.

Suspiro aliviada al notar el agua fría recorrer mi cuerpo y limpio mi boca con mi mano sacando el "bigote" de agua que se formó.

-Gracias -cierro los ojos.

-No te desmayes nunca más, no sabes el susto que me diste -suspira.

-Lo siento, es algo que no puedo soportar, pero estoy bien, debí haberte dicho que casi todas las veces que me hago los estudios me pasa -hago una mueca.

-Tu padre me dijo que cada vez que te sacan sangre luego tienes que comer algo salado para que la presión te suba -alza una ceja y yo sonrío inocente- Y esta vez no lo has hecho -ladea la cabeza.

-No... Tienes razón, estuve pensando en el médico y no me acordé... -agacho la cabeza y me doy cuenta de que me colocaron la bata de hospital, tan grave fue?

-Me lo tendrías que haber dicho -voy a hablar pero me interrumpe- pero para la próxima vez ya lo sabré -sonríe y yo asiento.

-Hace cuanto estoy así? -miro a mi alrededor.

-Hace... -observa la hora en su móvil- una hora y media o algo así.

Antes de que pueda contestarle la puerta de la habitación se abre y aparece mi padre luciendo una agradable sonrisa, antes de que me desmayara no estaba serio?

Without Lies - [ Jesús Oviedo ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora