C.07: "P-papá..."

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JESÚS
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Despierto sobre las 3:30 de la madrugada ya que sentí un golpe en mi pierna, abro los ojos y miro hacia abajo topándome con un cuerpo, lo único que veo es su cabello oscuro, pero puedo sentir una de sus manos en mi estómago y su pierna subida sobre mi cadera, yo abrazo su cintura con una mano mientras la otra la tengo a un lado de mi cuerpo, pero la levanto y la utilizo para abrazarla.

Sonrío por la postura en la que estamos, no he descansado nada, nos hemos acostado a las 12 y recién son las 3, y presiento que no podré dormir más.

Cierro los ojos intentándolo pero no lo logro, no quiero dormir, no quiero que este momento pase, es algo que otros tomarán como insignificante pero para mi no lo es, para mí esto significa mucho, no sé por qué.

Su cuerpo es una pluma, es demasiado liviana, apenas siento cuando se acomoda más en mis brazos y sube todo su cuerpo arriba de mí. Ahora sí que no podré dormir.

Sigo sonriendo y levanto un poco de su camiseta para empezar a hacer figuras sobre su espalda, logrando que ella se erize.

Me encanta causar este efecto en ella, con tan solo una caricia o incluso una palabra.
También me alegra ser el único que las cause...

Espera.

Que?

Bueno, es verdad, cuando me imagino a Emma besándose o haciendo algo con un chico siento que mi cuerpo se tensa y mi rostro se pone serio.

Nunca fui celoso, o eso creo.

En realidad creo que nunca lo he podido ser, por lo que no sé lo que se siente.

Pero es imposible, apenas la conozco hace menos de un mes, no puedo sentir algo por ella, nunca sentí nada por una chica, ni siquiera por las que conocí o compartí clases por más de 4 años.

Dejo de comerme la cabeza cuando siento unos dedos subiendo y bajando por mi costilla izquierda. Paro mis caricias en su espalda y un pequeño suspiro nervioso se escapa de mis labios.

Trago saliva y dudo en si está despierta o dormida.

-Emma... Estas despierta? -susurro.

Ella para con sus caricias y muerdo mi labio frustrado conmigo mismo, si no hubiera hablado probablemente ella seguiría con sus caricias.

-E-em si, estoy despierta -levanta un poco la cabeza para mirar mi cara, yo no logro ver la suya ya que estamos a oscuras pero puedo prometer que está sonrojada- Lo siento si te desperté y por lo...

-No tienes por qué disculparte, no me has despertado tú, -miento- me he despertado yo sólo -sonrío, la paré ya que no me gustaría que se toque el tema de las caricias ya que estoy seguro que le diría que me han gustado.

-Ah vale -suelta un suspiro y la noto incomoda- Oye, si estoy muy pesada o te molesto puedo bajarme -susurra avergonzada.

-Pesada? Emma por favor, eres como una pequeña pluma -río bajo y ella también, pero lo hace tensa, tal vez esté incómoda- si estás incómoda puedes bajarte, no estás obligada a quedarte así.

-No, no estoy incómoda, si lo estuviera no me hubiera subido -dice y para de repente arrepintiéndose de lo que acaba de decir, yo sólo río.

Without Lies - [ Jesús Oviedo ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora