Detrás del escenario ❀ Vkook ❀

12

*Pasado*

  Seokjin.

Namjoon estaba a mi lado al igual que Yoongi cuando escuchamos que Taehyung comenzó a gritar fuertemente.

Nos encontrábamos en las oficinas de la compañía, Hoseok y Jimin estaban bailando en la sala de prácticas con Yeojun y Soonbin.

— ¿Que estará pasando? — preguntó nervioso Namjoon.

— Deberíamos acercarnos.

Sin que ellos me dijeran tome la delantera, me acerque y me puse detrás de la puerta para escuchar.

— No pueden hacernos esto — la voz de Taehyung sonaba molesta.

— Es por el bien de ustedes y de la banda. — el tono del CEO era suave.

— No me separen de Taehyung — escuché la voz suplicante del maknae.

— Tienen que atenerse a esto, hablaré con Namjoon ahora — ordenó. Se escuchó como se quebraba un vidrio o como si se hubiese estrellado algo.

Escuché pasos cerca de la puerta, por lo cual me retiré de inmediato y me apresure a llegar con Namjoon y Yoongi.

Al voltearme hacia la puerta de la oficina del CEO, Taehyung salió de ella echo uns furia con lágrimas retenidas en los ojos.

— Taehyung — el azabache fue tras de él. El equipo de seguridad lo detuvo.

— No te acerques más a el Jungkook por ahora, y Namjoon ven a mi oficina — el CEO dijo desde el umbral de la puerta.

Jungkook derramó unas cuantas lágrimas, y se acercó a mí con tristeza.

— ¿Estás bien? — pregunté sin pensar. — ¿Qué sucedió?

— Sabíamos que no se podía ocultar para siempre — Yoongi se encogió de hombros.

— Taehyung está realmente mal, por favor ve a buscarlo Yoongi — pidió el azabache con lágrimas advirtiendo derramarse en cualquier momento las cuáles aparecieron de inmediato. Yoongi asintió y corrió en dirección hacia donde Taehyung había desaparecido hace unos minutos.

Jungkook caminó hacia la sala de prácticas número dos que estaba desocupada. Yo lo seguí firmemente. El se sentó en el suelo, y abrazó sus rodillas.

— Es injusto hyung — sollozó el maknae aferrándose a sus rodillas con fuerza.

— Lo sé — hablé sereno. Tenía que ser un apoyo para Jungkook en estos momentos.

— Quiero morirme — dijo el azabache, sus ojos estaban hinchados, su nariz al igual que su boca estaban ligeramente carmesí.

— No digas eso Kookie — lo regañe. Me partía el corazón verlo así. — Tienes que salir adelante, verás que esto no es el fin para ti y Taehyung. — le animé.

— ¿Y porqué siento que lo es? — su voz se quebró por completo. Sollozó con la cabeza en medio de sus rodillas, me partía el corazón ver que ambos jóvenes sufrían.

Me senté a su lado, y lo abracé durante un rato, mientras el azabache se desahogaba.

Después de dos horas finalmente Jungkook dejo de llorar, creó que ambos venían mentalizados incluso antes de acabar la práctica grupal.

Mientras ensayabamos a Taehyung se le ocurrió plantar un beso en los dulces labios de su novio lo cuál era normal ya para nosotros sus casi hermanos, pero justo en ese momento entró el secretario del CEO quién le informó de inmediato.