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PARIS DAY 1


Él pelinegro delineaba cada parte de la pieza que estaba tocando con sus dedos, cerrando sus ojos, sintiendo cada cuerda como si de un cuerpo se tratase más en especifico el chico que estaba frente a él. Mientras él azabache lo observaba con atención, con admiración y deseo. Cautivándose al ver a su novio tan entusiasmado con aquel instrumento musical entre sus manos.

— Vuelve a dormir — bostezó él azabache después de un rato, miró la hora eran las seis de la mañana pero él aún no tenía ganas de despertar.

— No puedo, voy a seguir practicando violín, la maestra Hee dijo que era bueno practicar — susurró él pelinegro, volviendo en sí a su mundo, a donde el sonido de aquél instrumento lo transportaba con tan solo tocarlo.

Por otro lado un peligris gruñón refunfuñando por el sonido que emitía la pared de al lado, cubría sus orejas con ambas manos. Al no se suficiente tomó la almohada y la colocó en su cabeza, apretándola contra su cráneo. Para el era difícil conciliar el sueño si un ruido externo provenía de esa pared. ¿Por qué? se preguntó en su interior, si no era el sonido de aquél instrumento, eran gemidos por parte de la joven pareja. Y no había cargado con sus auriculares esta vez, ya que Yeontan el pequeño perro que todos creen tierno, le había arrancado con ferocidad uno de ellos. Suspiró.

Los demás chicos dormían plácidamente a excepción de la joven pareja, Yoongi, y Jimin.

— Iré a ejercitarme entonces — dijo él azabache despabilándose.

Recién habían llegado a París. Así que no habían tenido tanto tiempo para observar la ciudad.

— ¿Jimin? — dijo él azabache cuando salió de la habitación donde él pelinegro se encontraba. El chico volteó a verlo tallando sus ojos, cruzando miradas con él.

— Venía a decirle a Taehyung que si podía practicar más tarde, Yoongi fue a despertarme porque dice que en mi habitación se escucha menos ruido. — se encogió de hombros.

— Sólo deja que Yoongi duerma contigo, tengo que ir a hacer ejercicio. — le guiñó el ojo y continuó su camino. Tenían muchas cosas en puerta, grandes cosas por llegar.

— Tal vez ya se quedó dormido en la habitación, mejor te acompañó a ti. —  dijo él castaño persiguiendo a él más joven del grupo, este último solo asintió y continuo su paso. 

Llegaron a la planta baja del hotel, justamente aquel lugar tenia un gimnasio privado para sus huéspedes. Así que ambos se dirigieron a la recepción.

—  Disculpe —  dijo él castaño tratando de hablar inglés. Él azabache lo observaba con gracia. — ¿El gimnasio está solo? —  preguntó. La recepcionista asintió cubriendo su boca para no reír por la mala pronunciación del castaño quien observaba avergonzado esperando una respuesta de parte de la rubia detrás del mostrador.

—  Si esta solo —  él azabache se acerco, y les mostró su tarjeta de habitación. La rubia al mirar la tarjeta dorada. Sonrió, y les entrego otra tarjeta. 

—  Con esta pueden pasar ambos — dijo la rubia en coreano. Él castaño se rió. ¿Como es que estaban hablando en ingles con una recepcionista que sabia coreano? Se sintió aún mas avergonzado. Él azabache tomo la tarjeta y caminaron en dirección hacia aquel lugar, esperando que no hubiesen mas huéspedes ocupando lugar en el gimnasio. Para su desgracia, estaba una chica, pero parecía estar en su mundo. Él castaño la miro confundido pues muy en su interior se preguntaba ¿no nos reconoce? es decir, eran BTS pero finalmente siguió a él azabache en silenció.

Detrás del escenario ❀ Vkook ❀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora