¡¡¡VAYA!!! (CAPITULO .3.)

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(CONTADO POR LUDMILA)

No le había contado a nadie con quien había quedado, para ser sincera no lo había hecho porque no estaba segura de hacer lo correcto, por una parte me moría de ganas por ir a esa cita pero por otra algo dentro de mí me decía que huyese, que enterrase todos esos sentimientos que me estaban volviendo loca y que me olvidase de ellos, pero al final y al cabo allí estaba frente al espejo, me había alisado el pelo aunque casi nunca lo hacía, me había puesto un vestido negro de tirantes que no había estrenado porque nunca encontraba la ocasión y unas sandalias rojas de tacón a juego del color de mis labios; cuando ya estaba lista y decidida a afrontar todos mis sentimientos encontrados llamaron a la puerta, por un segundo dude en abrir pero al ver que volvía a llamar lo hice:

· Estás... muy guapa.

· Gracias, pensé que era una buena ocasión para estrenar este vestido.

· Pues te ves preciosa.

· Los chicos ya se fueros, si quieres podemos salir ya.

· Lo sé, mi hermana se fue hace rato de mi casa con Jorge.

· Habían quedado todos como te dije.

· Pudiste ir con ellos si hubieses querido.

· No, ya había quedado para cenar contigo.

· Mechi...

· Vayamos, me muero de ganas por conocer ese lugar al que quieres llevarme.

· Se cena muy bien, ya lo verás.

· Eso espero porque después de todo, pude anularte para ir con los chicos y en cambio aquí estoy.

· Gracias por no anular nuestra salida.

· No es para tanto, solo somos dos amigos yendo a cenar.

· Si claro – ME DIJO CERRANDO LA PUERTA POR MI –

(EN EL RESTAURANTE)

(CONTADO POR MECHI)

No me espera un lugar así, la verdad es que Fran no se había equivocado cuando me había asegurado que el sitio me encantaría, todo estaba ambientado en el teatro, en las paredes colgaban carteles gigantes de obras famosas, había mucho atrezo y hasta el personal iba vestido como personajes de obras conocidas.

· Es una pasada el lugar – LE DIJE CUANDO YA ESTÁBAMOS SENTADOS EN NUESTRA MESA –

· Sabía que te iba a gustar.

· Pues sí, me encanta el teatro, ya lo sabes.

· Lo sé.

· Mira es que no solo hay carteles de obras de teatro, también de películas que han sido míticas.

· Ya.

· Aquella la habré visto miles de veces.

· ¿La de desayuno con diamantes?

· Sí, me encanta esa película.

· Me alegra mucho el hecho de que el lugar te agrade.

· ¿Cómo no iba a agradarme?

· Aún falta que pruebes la comida.

· Seguro que también me gusta, además Fran, todo está tan bonito en Navidad, cualquier lugar al que hubiésemos ido esta noche me hubiese encantado.

· ¿Cuándo te vas a tu casa?

· Mañana.

· Me vas a avisar cuando llegues ¿verdad?

· Pues claro, pero vamos que estoy a una hora de camino, no es que me vaya a la China.

· Para mi es lo mismo.

· No digas gansadas, estoy segura de que vas a descansar sin tenerme a tu alrededor fastidiándote.

· Tú no me fastidias nunca, a mí me encanta tenerte a mi alrededor, ya lo sabes.

· Te pones en plan blandito en Navidad.

· Puede.

· No me lo puedo creer aún.

· ¿El qué?

· Que en unos días me voy de nuevo de gira – LE DIJE HACIENDO QUE ÉL PUSIESE MALA CARA – ¿Qué te pasa?

· Nada.

· Pusiste mala cara.

· Te voy a extrañar.

· Hombre no será para tanto, aunque claro, tendrás toda tu casa para ti, nos vas a perder de vista durante un tiempo a tu hermana, a Jorge y a mí.

· Eso no es cierto, pienso ir a verles cada vez que pueda.

· ¿De veras?

· Te lo aseguro, no pienso quedarme aquí esperando a que la gira les traiga de nuevo.

· Fran...

· Ya se lo dije a mi hermana y ella está encantada.

· Ella va a estar bien, Jorge la cuidará como nadie, ya han estado de gira antes.

· Yo ya sé que mi hermana va a estar bien y también sé que Jorge la va a cuidar, pero en realidad no es lo que me preocupa.

· ¿A no?

· Claro que voy a extrañar a mi hermana y a su novio, pero si voy a ir a verles será en parte por verte a ti también.

· ¿A mí?

· Pues claro que sí.

· Fran...

· Pidamos la cena, después si quieres podemos ir a dar un paseo.

· Vale – LE DIJE –

Fran tenía razón, la cena me había encantado y todo lo que pedimos estaba realmente delicioso, tras cenar acepte la idea de ir a pasear, andamos bastante, íbamos en silencio hasta que él me preguntó:

· Tengo un regalo para ti.

· ¿Un regalo?

· Si, un regalo de Navidad.

· ¿Por qué?

· Pues porque es Navidad y además me apetecía hacértelo.

· ¡Ah bueno!, ¿Y dónde está ese regalo?

· Sentémonos allí – ME DIJO INDICÁNDOME UN BANCO DEL PARQUE –

· Está bien – LE DIJE –

Cuando estábamos sentados sacó un pequeño saquito de tela de su bolsillo, me lo dio y lo abrí, al hacerlo de él cayó una pequeña cadenita con una estrella plateada, mientras la observaba más delicadamente le dije:

· Es preciosa Fran.

· ¿De veras te gusta?

· Claro que me gusta, es una estrella, es muy Ludmila.

Es muy tú – ME DIJO ACERCÁNDOSE MUCHO A MI - 

SENTIMIENTOS FUERA DEL GUION (PARTE 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora