Había pasado una semana en la cual había acudido todas y cada una de las noches al mirador, como siempre, pero no la había vuelto a ver.
Y era una pena, porque casi disfrutaba más observándola a ella que a las estrellas. No comprendía por qué me sucedía eso, pues creía que nada podía maravillarme más que la galaxia.
Pero eso solo era porque no la había conocido, porque todo cambió cuando la vi a ella.
ESTÁS LEYENDO
La chica que amaba las estrellas
Short StoryDaría lo que fuera por escucharte decirlo una vez más que el universo fue creado solo para ser visto por mis ojos. © OBRA REGISTRADA