Pasaron los días más bonitos de mi vida. No había noche que no acudiéramos al mirador para encontrarnos, pasando incluso noches enteras ahí sentados, para después pasar durniendo toda la mañana.
Mientras ella contemplaba la belleza del universo, yo contemplaba la suya.
Pasábamos todas y cada una de las noches juntos, amándonos, y yo era el chico más feliz en la faz de la tierra.
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La chica que amaba las estrellas
Short StoryDaría lo que fuera por escucharte decirlo una vez más que el universo fue creado solo para ser visto por mis ojos. © OBRA REGISTRADA