Otra noche más en el mirador.
Siempre solía estar yo solo, pues a esas horas inhumanas la gente normal dormía. Pero aquella noche fue diferente.
Aquella noche fui al mirador y la vi. Una chica que, al igual que yo, estaba observando las estrellas. Y era preciosa... casi incluso más que todas las estrellas del firmamento.
Era ella.
La chica que amaba las estrellas.
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La chica que amaba las estrellas
Storie breviDaría lo que fuera por escucharte decirlo una vez más que el universo fue creado solo para ser visto por mis ojos. © OBRA REGISTRADA