No era una pesadilla.
Era la maldita y cruel realidad.
Aún no podía creer lo que mi madre había hecho, pero entendía que solo lo había hecho por su bien y no la culpaba. Ese cabrón no merecía estar en este mundo ni un minuto más. No podía seguir haciéndole daño a mi madre, así que había sido lo mejor. Para todos.
Sin embargo, sabía que no todo podía ser positivo y que esto iba a conllevar sus consecuencias. Y así me fue confirmado ese día, el peor día de mi vida, en el que todos mis miedos se hicieron realidad.
La carta para el juicio de mi madre había llegado.
Para todos los que me preguntan: no, no pienso dejar esta historia.
Puede que me tarde años en actualizar (los estudios, la vida social, la inspiración...), pero tengo pensado todo lo que va a pasar. Además, es un proyecto que me gusta mucho, porque me parece muy tierno y son capítulos cortos y amenos.
¡Así que aquí tienen! Intentaré darle caña y dejarla terminada pronto. ❤✨
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La chica que amaba las estrellas
Short StoryDaría lo que fuera por escucharte decirlo una vez más que el universo fue creado solo para ser visto por mis ojos. © OBRA REGISTRADA