No me quedó más remedio que volver al mirador. No tenía otro sitio al que ir a esas horas. En realidad ni a esas horas ni a ninguna...
Volví con la esperanza de que ella siguiera allí. Con la esperanza de que ella pudiera calmarme.
Pero cuando llegué estaba todo tan solitario como siempre.
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La chica que amaba las estrellas
Short StoryDaría lo que fuera por escucharte decirlo una vez más que el universo fue creado solo para ser visto por mis ojos. © OBRA REGISTRADA