19

1.6K 160 10
                                    

Había pasado más de una semana y, definitivamente, podía afirmar que habían sido los peores días de mi vida.

Desde aquel día, seguí acudiendo cada noche al mirador, pero ni rastro de aquella chica que me había robado el corazón. Y estaba comenzando a desistir.

Seguía dolido por todo lo ocurrido, pero la desesperación por dar con ella era cada vez mayor, y el hecho de que no pudiera contactar con ella de ninguna manera lo hacía todo mucho peor.

No sabía qué más podía hacer... y me estaba rindiendo.

La chica que amaba las estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora