9

2.1K 206 12
                                    

—¿Cómo estás? —Le pregunté a mi madre mientras limpiábamos un poco la tienda.

—Bien, algo cansada. ¿Y tú? —respondió, apenas sin mirarme. La situación la avergonzaba demasiado.

—Mamá, no te hagas la tonta... Sabes a lo que me refiero.

Paró inmediatamente de limpiar el estante que estaba limpiando, aunque continuó sin mirarme.

—¿A qué? —preguntó, todavía haciéndose la tonta.

—Mamá —advertí.

—Cariño, respeto a lo de anoche... no tiene importancia.

—Ya, claro. Como siempre... —murmuré, a lo que ella no respondió.

O no me había escuchado... o no quería escucharme.

La chica que amaba las estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora