Ferran. 1

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No supo que responder, la sola idea de no estar con sus hermanos se le hacía ridícula. Se quedó parado mirando fijamente a Magie, sabía que ella no tenía la culpa pero nunca había sentido tantas ganas de golpear a una mujer como en aquel momento. De pronto alguien entro en la tienda, sacándolo de su ensimismamiento.

-Buen día Magie- saludo el tigran –te importa si me llevo al chiquillo durante un par de semanas?- preguntó como si aquello fuese de lo más casual.

-no iré a ninguna parte sin saber dónde están mis hermanos- respondió con vehemencia el chico a punto de perder el control, haciendo que Magie se sobresaltara e hiciera un ademán de levantarse.

-tu hermana va camino a Rodagaja, cerca de Rum. Va a cargo de las palomas en una expedición para encontrar un buen lugar donde asentarnos. Por otro lado tu hermano se dirige a bosque de Tili, cerca de Almejagris. Estamos levantando una nueva base provisoria en la región y necesitamos brazos fuertes- le comentó el tigran sin problemas – ahora crees poder acompañarme?-

-Tara está sola?- preguntó consternado ante la idea de que algo le pasara.

-no, Min va a cargo de ella, es una chica ruda y solo son 2 semanas de viaje hasta encontrarse con el grupo de Kaydulengo- tras escuchar esto el rostro de Magie se iluminó.

-no tienes de que preocuparte hijo, Kaydulengo es tan habilidoso como Aarón, y a diferencia del viejo gruñón, siempre va escoltado por sus pupilos- le dijo Magie para reconfortarlo.

-y Guillem ¿estará bien?- preguntó algo preocupado por su hermano.

-El grupo que va a bosque de Tili cuenta con Aarón como su líder. Supongo que aprovechará de enseñarle los secretos para ser un buen ejecutor y por eso lo quería cerca- le comento el tigran.

-¿y yo? ¿Es que no soy útil para nada?- preguntó algo desmotivado al percatarse de que sus hermanos estarían realizando misiones de importancia para los rebeldes.

-tú tienes que convertirte en un guerrero de primera. Por eso desde ahora entrenaras conmigo- le respondió con entusiasmo el tigran dándose un golpe en el pecho.

El chico no podía asimilar lo que estaba pasando. En solo una noche toda su vida había cambiado. Como él lo veía quizás nunca volviera a ver a sus hermanos, quizás en 5 años se enteraría que encontraron a alguno de ellos muerto o en 20 llegase un chiquillo pelirrojo alegando ser el hijo de su hermana.

Salió de su ensimismamiento cuando Magie le cargo un grueso rollo de piel a la espalda.

-mujer, lo estás mal criando- dijo divertido el felino apoyándose en uno de los postes que mantenían la carpa en pie.

La mujer ignoró el comentario mientras seguía alisando las ropas del chico. Le metía cosas en los morrales que le había cruzado sin que se diera cuenta y le daba consejos como que no olvidara bañarse cuanto pudiera.

Después de largos minutos de preparación y burlas, el tigran y el chico salieron de la tienda solo para caminar un resto y adentrarse en otra. A diferencia de la mayoría de tiendas esta no tenía más espacio por dentro de lo que aparentaba. Estaba sucio y descuidado.

-arriba holgazanes!- llego alegre el felino, descargando una ligera patada en uno de los bultos que se mantenía envuelto en viejas mantas.

Un chillido femenino se escuchó fuerte y la chica saltó desnuda frente a ellos mientras buscaba algo con que cubrirse de los desconocidos. En su desesperación cogió la vieja manta dejando al descubierto a otro chico, también desnudo, que comenzó a reír por lo ridículo de la escena.

Para Ferran el cuerpo femenino no era desconocido. Había recorrido el de tara varias veces durante algunas noches, pero jamás había visto a una chica de su edad completamente desnuda y no podía desviar la mirada.

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