Capítulo 31 - Perros Negros

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Tras su inoportuna aparición por el pasillo de Loren, Leo y por consiguiente Des, se vieron transportados hasta la Commissariat Central du Police du 1er Arrondisement. En un edificio inesperadamente grande y completamente acristalado, en pleno centro de la ciudad. Rodeado de pequeños negocios y muchos transeúntes haciendo sus compras diarias como cualquier otro día.

Por lo que en todo momento ambos se preocuparon, no tanto por estar en el departamento policial, sino por verse privados de la supuesta seguridad que su hogar -o el de su amiga- podía ofrecerles.

-Estaré aquí mismo –exclamó Des con expresión intranquila cuando Leo tuvo que dejar la sala de espera para acompañar a un par de agentes de policía hasta una habitación interior.

Mas una vez sólo, su supuesta entereza se quebró, pasando a encorvarse un poco en su silla mientras miraba la hora en el reloj de pared de la sala.

En ese preciso momento su móvil comenzó a sonar una vez más. Y ante una absoluta falta de más opciones, en esta ocasión el modelo finalmente atendió la llamada:

-¿Qué pasa Denis? Algo más de dos semanas sin contestar tus llamas pensé que habrían sido suficiente "indirecta" de que no quiero hablar contigo.

-Sí, has sido muy claro. –repuso éste no tan enfadado como habría cabido esperar. –Pero la jefa ha dicho que tu representante está de baja por ansiedad y depresión. Así que gracias a nuestra vieja amistad, una vez más tengo el dudoso honor de ser quien debe buscarte y decirte que tienes que firmar un montón de papeles para legalizar todo eso de que te vas... ¿O no pensaste en ello? No puedes irte simplemente así. Tiendes que dejar cerrados un montón de acuerdos legales ¿O realmente quieres que la empresa te lleve a juicio?

Aquello pilló por sorpresa a Des, que se encontró frotándose la frente mientras miraba en derredor.

-Ah... ya... es cierto... me pasaré por las oficinas... mañana tal vez-

-Los papeles los tengo yo –le interrumpió Denis. –Y me sigues debiendo un café por los viejos tiempos. ¿Por qué no quedamos ahora? Podemos charlar un poco y si en diez minutos no te he convencido, firmas los papeles, y no vuelves a vernos a ninguno en toda tu vida si no quieres.

La idea fue por descontado tentadora, pero el modelo se negó de inmediato.

-Ahora no puedo... estoy en medio de algo y no sé cuánto tiempo tengo.

-¿Pero estas libre ahora?

-Bueno, si. AHORA mismo si, pero no voy a moverme de aquí.

-Dime donde estas y voy yo a por ti.

Des frunció el ceño. Leo llevaba sólo cinco minutos con la policía. Pensó que tal vez, si se daban prisa, puede que le diese tiempo a solucionar de una vez por todas aquel asunto pendiente si quedaba en la cafetería que había visto al llegar. Una que estaba casi en frente de la puerta de la comisaria. Al fin y al cabo ¿Cuánto iba a tardar en firmar unos papales?

-Está bien... -aceptó tras un largo suspiro. Después le indicó la dirección. 

Apenas acababa de hacer esto, y aún estaba preguntándose como ausentarse media hora sin que Leo lo notase, cuando éste mismo reapareció en la sala de espera.

-¿Qué ocurre? –le cuestionó entonces al ver su expresión, una claramente incómoda.

-Acabo de hablar con Denis. -confesó Des tras un breve momento de vacilación: -Tengo que solucionar un tema de papeleo y pensé que me daría tiempo mientras no estabas... no quería que te enterases para no preocuparte... Pero si ya has terminado voy a llamarle de nuevo para cancelarlo. Lo importante es que regreses a casa cuanto antes.

Apeiron [ AMOLAD ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora