"William tiene algo muy importante que contarnos. Así que he reservado una mesa para los tres esta noche en tu restaurante favorito a las diez. ¡No llegues tarde!"
Leo releyó el mensaje por séptima vez a la puerta de su restaurante italiano habitual. Se frotó la nuca nervioso. Había descuidado su contacto con Will las últimas semanas y ahora tenía un poco de miedo de que podría querer contarles éste.
Así que bastante tenso entró en el local preguntando por la reserva. Y tras mirar su libro el camarero le acompañó a la parte coqueta del local, en específico a una mesa más pequeña de lo esperado con tan sólo dos sillas.
-¿Seguro que es ésta? –cuestionó extrañado antes de que el empleado se marchase. –Estoy esperando a dos amigos y aquí no...
-Permítame un momento para ratificar la reserva caballero. Mientras tanto tome asiento por favor. Ahora mismo vuelvo.
Cada vez más inquieto Leo hizo lo que se le decía, sacando de inmediato su móvil para escribir a su amiga algo como:
"¿Loren cambiaste la reserva? ¿No vas a venir? ¿O es que le ha pasado algo a Will?"
Fue entonces cuando una silueta se coló por el rabillo de su ojo y para cuando quiso darse cuenta era Des quien estaba tomando asiento frente a él, elegantemente vestido y con una mueca seria en el rostro.
-Tenemos que hablar –soltó éste sin rodeos entrelazando sus manos sobre la mesa en actitud nerviosa.
Leo le lanzó una mirada mortificada antes de musitar entre dientes profundamente molesto:
-Loren voy a matarte.
Su reacción ofendió profundamente al modelo, pero no le impidió continuar con porte digno:
-¡¿Se puede saber qué te pasa?! ¿Por qué me estas evitando? ¡Es ruin y desagradable! ¡Y creo que no he hecho nada para merecérmelo!
Leo apretó los dientes, avergonzado y nervioso. Antes de frotarse la cara profundamente ruborizado para exclamar al final:
-Tienes razón. Debería haberte llamado... y puede que no esté demostrando mucha madurez en estos momentos... Pero necesito tempo para lidiar con esto... porque lo que hicimos fue un error y-
-No sientes nada por mí. Es simplemente eso ¿verdad? –le cortó entonces Des con tono dolido e impaciente encorvándose sobre sí mismo.
Leo le miró con sorpresa, viendo como las ya habituales pálidas manos del modelo estaban completamente lívidas por la fuerza con la que éste estaba a apretando sus propios dedos.
-¡No! ¡Es precisamente al revés! ¡Siento muchas cosas por ti! ¡Demasiadas en realidad! –repuso con energía renovada el guía tratando de ignorar toda la vergüenza y miedo que sentía:
-Pero me considero un hombre de principios. Con ciertos valores... así que por muy tentador que sea... y créeme que lo es... en ningún caso me veo siendo capaz de gestionar una situación así... no durante mucho tiempo... por eso sé que antes o después sería malo para los dos. Porque seguramente terminaría haciendo algo muy estúpido e inapropiado. Y entonces serias tú quien no querría volver a verme. Así que lo siento. No sé jugar a estas cosas. Por eso no puedo ser uno de tus amigos con derechos.
Leo apretó los puños, esperando la reacción de su interlocutor. Mas en contra de todo pronóstico Des ni le increpó ni se marchó. Tan sólo se le quedó mirando con expresión atónita antes de exclamar estupefacto:
-¡¿Cuándo te he pedido yo que seamos amigos con "derechos"?
Y esta vez fue el turno de Leo de fruncir el ceño ofendido:
ESTÁS LEYENDO
Apeiron [ AMOLAD ]
RomanceTras su última discusión Vida y Muerte realmente llegaron a pensar que tal vez nunca podrían volver a hablarse de nuevo. Pero las cosas nunca son tan simples y Vanidad tiene otros planes. Este fic continua la historia original desde el "presente"...