Apeiron [ AMOLAD ]

Capítulo 16 - Sólo lo mejor de lo mejor (Parte 2)

Al final Loren consiguió su propósito. 

No obstante tras arrastrar a Leo por media docena de elegantes comercios de moda exclusivamente masculina, hasta la joven -pese a su vigor inicial- empezó a desanimarse.

Cosa que la llevó a seguir suspirando hasta la última tienda en la que tomó muchas prendas, casi hasta con desidia, cargando al guía con todas ellas antes de empujarle hasta los probadores. Y mientras éste se cambiaba, Loren no pudo más que seguir resoplando mientras comentaba frustrada.

-Es una pena que lo de hacerte un traje a mediada esté fuera de toda posibilidad... con todo lo que hemos visto seguro que el resultado habría sido mejor y puede que hasta más barato.

-Aquel traje azul marino en el segundo sitio no estaba tan mal –repuso Leo desde el interior del probador haciendo casi malabares con todas las perchas que le habían endosado.

-Sólo te gustó porque ha sido lo más barato que hemos visto. Además era feo y pasado de moda. ¡Un timo para ser algo que seguro que ya tiene dos... o puede que incluso tres temporadas!

Leo salió del probador vestido con un traje de corte clásico color verde oscuro, tal vez demasiado amplio para alguien con su ancho de hombros, con pinzas en los pantalones y una pajarita como complemento.

-¿Y bien? ¿Qué tal este? –repuso con una sonrisa cansada en la cara.

-Ese no es nada de lo que yo te he dado. Y es horroroso. –replicó Loren mirándole con los primeros síntomas del agotamiento y el aburrimiento haciendo mella en ella. -Déjame adivinar, también está en oferta ¿Verdad?

-Estoy un poco sorprendido. –reconoció Leo sin necesidad de contestar a la pregunta, empezando a quitarse la parte de arriba del traje, el cual ciertamente le quedaba grande y le hacía sentirse un poco como Herman Munster, el personaje de una serie de televisión antigua que había visto haciendo zapping hacía poco. -No me imaginaba que te tomarías esto tan en serio. Estoy algo conmovido por todas las molestias que te estas tomando.

-No lo hago sólo por ti –contestó su amiga de la forma más sencilla y honesta que pudo poniéndose cómoda en un pequeño asiento de piel junto a la pared al final de todos los probadores. –En realidad lo hago casi todo por Des. Quiero que alucine cuando te vea. Tanto que se olvide de todo y seas tú quien termine esa noche en su habitación de hotel.

El comentario podría haber molestado a Leo, pero en lugar de eso tan sólo le hizo reír un poco avergonzado.

-No creo que eso vaya a ser posible Loren, pero aun así gracias por intentarlo.

-Bueno, es que si te vas a perder el concierto de Electro Swing al que pensaba invitarte, que al menos que sea por algo interesante. Porque ya tenía las entradas compradas y todo. Y como no conozco a nadie más que pueda querer acompañarme a bailar esto pues... También ha sido mala suerte que vaya a ser todo el mismo día.

A punto de cerrar la cortina de su probador, Leo se detuvo en seco para asomar la cabeza con una ceja enarcada.

-¿Por qué no me habías dicho nada?

-¡Era una sorpresa! ¡Pero está claro que la sorpresa me la diste tú a mí!

Su amigo volvió a meterse en el probador mientras la mujer se recargaba contra la pared, rebuscando en su bolso hasta que sacó dos entradas de cartón dorado de su interior.

-Ahora no sé qué hacer con ellas. Así que estaba pensando en regalártelas de todas formas. Tal vez tú conozcas a alguien que pueda quererlas. Porque Will es demasiado aburrido como para querer acompañarme, y dudo mucho que conozca a alguien que fuera a...