XVIII

501 66 64
                                    

—Creo que fue demasiado, Frank.- Mi hermana estaba llorando. Yo también estaba espantado. -No creo que pueda moverse en unos días...-

—Estoy bien, Linds.- Gerard estaba en mi cama. Su nariz había parado de sangrar pero cuando tosía había manchar rojas en el papel.

—Creo que llamaré al médico...- Murmuré preocupado.

—¡Es tu culpa Frank!- Linds estaba completamente alterada.

—No Es su culpa nena... yo quería hacerlo.- Gerard sonrió.
El pelirrojo también me vio a mi y pude leer de sus labios un agradecimiento.
Me acerqué a la cama y acaricié su rostro.

—Mierda Gee... perdón.- Me acerque a él y pegue mi frente a la suya. El rió.

—Estoy bien. Solo debo descansar un poquito.- Dijo de vuelta.

—¿A ti que te pasa Frank?- Mi hermana seguía molesta. -¿de donde salió esta actitud de 'amor' repentino a Gee-Gee? -

—tal vez estoy preocupado por el. No eres la única que lo quiere.- La mire. -Créeme, este niño es muy importante para mi, sobre todo después de este fin de semana...- Lo mire. En sus ojos pude ver que el sabía exactamente a lo que me refería.

—¡Oh mierda!- Lindsey dijo sorprendida. -¡Te metiste con mi hermano!-

—¿Que?- Gerard la miró. Dios, lo habían golpeado Tan fuerte que parecía no sentir vergüenza. En cambio yo estaba seguro de que estaba rojo como un tomate.

—Linds, estás loca- murmure tomando su mano. -Sal De aquí... deberían ir a avisar en su casa que está bien ¿pueden hacerlo?-

—¿Y que le diremos a sus padres que le pasó?-

—Di que lo asaltaron... di que fueron los Dark sea- se me ocurrió -Y dile que tú y yo lo encontramos y lo rescatamos, que si pueden venir por el.-

Lindsey acepto y se fue. Mientras tanto yo me quede con Gerard.
Tome un trozo de algodón y lo lo bañé en alcohol para limpiar las heridas de su cara. Dios, le habían dado duro.

—¡Auch!- Gritó -Eso duele mucho-

—Tu querías esto ¿no?, ahora aguántate.- Le dije serio. -Te advertí que sería difícil-

—Pero esto duele mucho- hizo un puchero.  -Detente-

—Se te infectará si no lo limpio...- Lo mire. Aún no quitaba la cara de tonto. —¡Te va a doler más si lo dejó así!- Me levante de la cama y amenace con tirar el algodón. Gerard bufo.

—Está bien, pero con cuidado.- Se cruzó de brazos con molestia.

Eso me causó gracia, pero aún así me acerqué para terminar de limpiarle las heridas. Apenas estaba poniendo el algodón en su ceja cuando gritó como loco que le dolía mucho. Mi madre entro corriendo.

—No se que estén haciendo pero deténganse.- Había entrado tapándose los ojos. Gerard y yo la miramos.

—¿Que rayos  te pasa, mamá?- La mire tratando de entender.

—¿Están vestidos?- Pregunto.

—¡Rayos mamá! ¿Que pasa contigo?- Mire a Gerard. Estaba ocultando su rostro entre sus manos. -Por supuesto que estamos vestidos, no se que pensaste que hacíamos pero estoy seguro de que estás equivocada. -

—Bueno, se quejaba mucho y pensé...- Mi madre se quedó en silencio mirándonos. -¿Sabes? No importa lo que halla pensado. ¿Cómo te sientes Gee?- Se acercó a la cama y le revisó el rostro.

—Bien, je je.- Gerard estaba nervioso y no hacía contacto visual con mi madre. -Gracias Linda.- no se en que momento habían tomado tanta confianza. Gerard parecía llevarse muy bien con mi mamá y eso me ponía nervioso.

—Okay mama, detente. Yo lo estoy cuidando.- Le dije. Ella entendió de inmediato y se levantó caminando a la puerta.

—En ese caso me retirare por aquí... ¡No hagan mucho ruido que mal pienso las cosas!- bromeo riendo y saliendo del cuarto. Yo golpeé mi frente.

Mi madre era genial... tal vez mucho. Problema que cualquiera con una madre joven entiende.
Me disculpe con Gerard por el momento incómodo y el le restó importancia.

—Pero... ¿Por que creyó que lo estábamos haciendo?- Se rió. -Había otras posibles opciones del porqué de mi escándalo-

—Tal vez le dije que me gustabas un poco... y que yo te gusto... tal vez.- Me senté a su lado. —Lo tomó mejor de lo que esperaba, pero me dijo que no apresurara las cosas.... y creo que estoy hablando de más así que me voy a callar.-

—No le dijiste ninguna mentira, ¿verdad?- Me miró entrecerrando los ojos.

—Creo que mal interpretó que nos bañamos juntos...-

—¡Jodete! ¡No andes por ahí contando nuestras cosas privadas ni a tu madre!- Lo vi girarse con dificultad y sentarse en la cama. Parecía no estar bromeando. -¡Odio que la gente se ponga por ahí a exhibir a los demás! Si tú dices a alguien más que nos bañamos juntos yo le digo a todo el mundo que la tienes chiquita!- Me amenZo con el dedo. Yo Me reí.

—Estoy seguro de que sabes que eso es mentira pero está bien. Todo lo que pase entre nosotros solo será entre nosotros.-  Lo mire acercándome a él. El sonrió estirándose a mi, sonreí al ver que había comprendido y lo besé. El me devolvió el beso, siendo suave pues realmente parecía costarle trabajo moverse. Sentí su mano en mi mejilla y no pude evitar sonreír.

Era extraño sentirme así con un chico, pero se sentía casi igual que cuando me gustaba una chica. Lindsey tiene razón cuando me dice que soy muy cursi y meloso. Suelo enamorarme con facilidad y el que me hubiera gustado un chico era la prueba. Normalmente todo empezaba así: decir unas palabras bonitas, besos, sexo, salimos unos días y me terminan botando. Pareciera que salir con el hijo del jefe les da puntos en sus vidas o algo así porque me ha pasado desde hace casi dos años. Pero esta vez sentía que todo dolería más. Sentí que ya me había elevado demasiado por alguien que no entendía por qué me gustaba. Y tenía miedo de caer.
Nos separamos al escuchar la puerta abrirse, el padre de Gerard estaba ahí con cara de pocos amigos. Me miró súper molesto, yo solo me levante de la cama.

—Señor... trate de detener a los culpables pero harán muchos.-

—Olvídalo.- Murmuro acercándose a su hijo y con cuidado levantándolo. -Solo aléjate de mi hijo o haré que te arresten.-

Afirme como idiota sin dejar de ver a los ojos a Gerard. El Sonreía y me sopló un beso.
Y aunque sabía de antemano que esa caída me iba a doler mucho, decidí seguir elevándome.

P O O R   B O Y //frerard// Donde viven las historias. Descúbrelo ahora