XXI

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Nos corrieron del cine por circunstancias que no contaré en este momento, así que lleve a Gerard a su casa. Su madre se encontraba en el jardín de enfrente bordando, así que nos vio llegar. Es difícil describir el odio con el que me veía.

—¿Que haces con el?- Dona le preguntó levantándose de la silla en la que estaba.

—Creo que es justo que pase tiempo con mi novio.- Gerard dijo con naturalidad. Yo Sonreí.

Antes de entrar a la película el me había preguntado a mi si podíamos ser más que amigos. Por supuesto dije que si.

La cara de su madre no tenía precio. Realmente estaba furiosa.

—¡Tu!- Me señaló. -No Se que clase de brujería le hiciste a mi niño pero te juro que haré lo que sea para liberarlo.-

—No fue precisamente brujería lo que te hice...- Susurre inclinándome hacia Gerard.

—¡No me hiciste nada!- Gerard casi grito. Tenía el rostro del color de su cabello. Yo me reí. Solo quería hacerlo enojar. -Cállate- Me empujó.

—¡Gerard! ¡Entra a la casa ahora mismo!-

Gerard miró a su madre, después volví a verme y rió bajo antes de tomar mi rostro y besarme sin importarle los gritos de su madre. Después solo se despidió con la mano y pasó de largo a su madre para entrar a su casa. Yo lo mire como todo un idiota alejarse. Su madre camino a mi apuntándome con su dedo.

—Aléjate de mi hijo- Me dijo sería. Yo me crucé de brazos.

—No. A su hijo le gustó y el me gusta... todo de el me gusta muchísimo- Trate de sonar sugerente. Me gustaba molestar a la gente y lo estaba lográndolo.

—Mira niño, aléjate de el o hare que te encarcelen. Tengo muchos contactos y...-

—¿Bajo que cargos? ¿Ser gay? En ese caso, por favor quiero compartir celda con su hijo.- sonreí de lado. -¿Por que le molesta tanto que Gee-Gee sea feliz?-

—¡No me molesta que sea feliz! ¡Me molesta que le gusten los chicos!- pareció no darse cuenta de lo que dijo hasta que todo estaba hecho.

—Ya salió el peine.- La mire. Ella negó con la cabeza. -No Se que decir- me di la vuelta y camine hacia mi moto pero la señora Way tomó mi hombro y me hizo volver a mirarla.

—No le digas que yo dije eso... el piensa que no tengo problema con su sexualidad y me odiará si se entera...-

—El piensa una mentira. No mencionaré nada de esto, pero si pregunta yo no planeo mentirle.- Me puse el casco y subí a la moto.

—Frank, si realmente quieres a mi hijo no digas nada. Yo quiero verlo feliz pero como madre esto es complicado...-

—Por que claro que se acabaría el mundo si su hijo tiene tendencias homosexuales. Que pecado.-Me burlé, levante el cristal del casco un segundo para volverla a ver a los ojos. -Y antes de irme quiero que sepa que no importa que usted no esté feliz con esto, yo seguiré viéndolo.-

La señora Way no me dijo nada más. Eso había sido extraño, jamás hubiera imaginado que ella en realidad tuviera conflicto con acepta la orientación sexual de su hijo. Gerard había dicho en una ocasión que su madre tenía la mente abierta en ese aspecto, a diferencia de su padre quien siempre le había recriminado eso.
Conduje a mi casa pensando en su debía hablar con Gerard. No era Justo para el ni para su madre estar viviendo una mentira.
Lindsey estaba en el comedor haciendo su tarea, pero aún así la fui a molestar. Ella sería la primera en saber todo con lujo de detalles.
Me se te frente a ella y robe si la bolígrafo para llamar su atención. Ella me miró con una ceja arqueada.

—¿Ahora que pendejada hiciste?- Me preguntó. ¡Ah, mi hermana me conocía tan bien!

—¿En serio quieres saber?- Me relamí los labios haciéndome el interesante. Ella bufó afirmando con la cabeza con fastidio. -Gerard Se me declaro-

—Woow- Dijo sorprendida. -¿Que le dijiste?... ¿no rompiste su corazón, verdad?-

—Todo lo contrario- Me levante de la silla y me acerqué a ella como si le fuera a decir un secreto. -¿Te sorprenderías si te digo que ya tengo pareja?-

—¡¿Que?!- Gritó mirándome impactada. -No te atrevas a jugar con su corazoncito...- Me miró molesta.

—¿Con quien va a jugar Frank?- y mi madre apareció. Golpee mi frente.

—No voy a jugar con nadie... solo parece que Gee y yo somos más que amigos ahora.- Sonreí nervioso.

—Oh...- Mi made Dijo inexpresiva.

Por un momento entre en pánico. Me dio demasiado miedo que su reacción fuera negativa a pesar de que ella estaba enterada de lo que sentía por Gerard. Mi madre se quedó en silencio unos segundos mientras se sentaba  en una silla frente a la mesa. Miró a mi hermana u después a mi. Después de lo que se sintió como una eternidad volvió a hablar.

—No quiero que rompas o te rompan el corazón ¿entendido?-

Sus palabras me tranquilizaron, ella estaba hablando como siempre, con su típico tono burlón que me hacía saber que bromeaba. Yo reí bajo.

—No pasara- Mire mis dedos. Mi hermana no salía del shock. -¿No están molestas, verdad?-

—Para nada cielo, sabes que tu felicidad es mi felicidad.- Mi madre me sonrió de vuelta. - Ademas ese Gee me agrada demasiado, es un buen Niño.-

—Un poco alcohólicos y demasiado loco, pero un buen niño- continuó mi hermana. -Está bien si tú eres feliz, supongo. Gee-Gee es genial.- Ella también sonrió.

—Pero debes hablar con tu padre-

Si, eso era muy bueno para ser verdad... tal vez le ocultaría esto a papá un tiempo.

P O O R   B O Y //frerard// Donde viven las historias. Descúbrelo ahora