Epilogo.

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Mis manos temblaban y sudaba pues yo quería que todo saliera perfecto. Era el gran día.
Los trajes estaban listos, la comida estaba lista, el salón limpio y arreglado, los músicos (que era una banda formada por adolescentes de la pandilla) afinaban sus instrumentos y el encargado de realizar la ceremonia llegaría pronto.
Debía ser una boda fantástica.

Estaba frente al espejo pasándome una brocha con polvo compacto por la cara una y otra vez completamente paranoico.

—Te vez guapísimo. Ahora deja de llenarte la cara de harina- Frank me dijo quitándome la brocha. Yo saque de mi bolsillo un bálsamo labial y me lo comencé a poner. Escuche a Frank bufar.

—Estoy muy nervioso, discúlpame.- lo mire por el reflejo del espejo. El me tomo por la cintura separándome del espejo y girándome para vernos de frente.

—Quiero que respires profundo ¡y te tranquilices de una puta vez!- gritó. El también estaba completamente nervioso.

—¡No maldigas, carajo!- le respondí.

—¡Tu también estás diciendo maldiciones!- me dijo agitando sus manos frente a mi cara.

—¡Te voy a!...-

—¿Por que no mejor entran al baño, tienen sexo y no arruinan esta boda?- una voz seria sonó tras nosotros.

Eran Mikey y Kristin. No perdí tiempo y fui a saludarlos. Estaban aquí para la boda y eso era muy importante para todos.

—¿cómo está mi sobrino?- dije tocando la pancita de Kristin.

—Muy bien, de hecho esta de humor para decirte un secreto- me dijo haciendo señas para que me acercara -va a ser una niña-

No pude evitar gritar de emoción.

—cállate, pareces loca- Me dijo Frank.

—Gracias amigo- Mikey le agradeció por callarme.

—Par de amargados- me cruce de brazos. -Bueno, ¿que esperan? Pasen y acomódense en su mesa- los invite a pasar al salón.
Ellos agradecieron y se despidieron antes de entrar. —Tengo que irme a cambiar a mi casa ¿Me acompañas?- mire a Frank.

—Ya que- dijo con resignación.

Desde que empezamos con esto de la boda se porta bastante pesado, como si el no quisiera hacerlo y eso me estresa. Yo sabía de antemano que a él no le gustan las bodas y le dije que no era necesario que nos comprometiéramos con esto, pero dijo que 'no había problema si yo quería'. ¡Claro que había problemas por que el odia las putas bodas!

El viaje a casa fue silencioso y bastante incómodo. En cuanto entre a mi departamento fui directo a mi habitación. Lo único que había fuera de las cajas era el traje Royal Blue que usaría.

—Es lindo, ¿no?- le dije a Frank mostrándoselo.

—Me gustas más desnudo-

Rodé los ojos fastidiado. Todo era un caos.

—Vete a la mierda. Sal del cuarto en lo que me visto-

—Te he visto con menos ropa que solo interiores, no te debería dar pena- se rio.

—No me da pena, pero se que si empiezas con tu calentura terminare cediendo y se nos hará tarde, pues tendremos que bañarnos lo que implicaría volverlo a hacer y será aún más catastrófico-

—Necesitas relajarte. No puede ni respirar.- Frank rio saliendo de mi habitación.

Me vestí rápido y volví a peinarme un par de veces. Estaba completamente nervioso con todo esto. La boda, la mudanza, la vida. ¿En serio estaba listo para vivir con Frank?

El era tonto, descuidado, aventurero, absurdo, demasiado activo (en todos lo aspectos) y aun que estar juntos por las tardes no era tan malo no estaba seguro de querer ver su estupido rostro al ir a dormir y despertar por el resto de mi vida.

—Cariño, ¿estás listo?-

Si, si quería.

—Ya voy amor- respondí. Vi mi reflejo y me hablé a mi mismo. —Tu puedes, todo irá bien- sonreí y salí de mi cuarto. Frank estaba comiendo un chocolate que seguramente estaba en mi refri. Reí viendo su boca sucia del dulce.

—¿puedo limpiarte el chocolate a besos?- le dije jugando con su corbata. El río.

—No me preguntes si ya sabes la respuesta.-

Y se nos hizo tarde...

Cuando menos me di cuenta ya estábamos enrollándonos en el sillón, en el suelo y en mi colchón. Ah, también en la regadera. Y aunque a Frank lo había puesto de muy buen humor yo estaba muriendo de nervios sintiendo que no llegaríamos a tiempo.

—Todo saldrá bien cielo- me dijo tomando mi mano. Definitivamente el solo necesitaba sexo. -Solo relájate, te vez guapísimo como siempre, llegaremos en cinco minutos y todo saldrá como lo planeaste.-

—Eso espero...- hable bajo.

Frank apretó mi mano y para nuestra buena suerte no había tráfico. Llegamos al salón. Todos los invitado estaban ahí. Incluso el Juez estaba arreglando todos los papeles.

—Todo saldrá bien- dije mirando a Frank y tomando su rostro entre mis manos. -Te amo enano-

—No me digas así- frunció el seño. Yo reí dándole un rápido beso de esquimal y arrastrándolo a saludar a todos los invitados.

Todos lucían felices y emocionados, sobre todo la familia de los novios, claro.
Yo no quería mis padres presentes ahí , pero Bert insistió que los invitara.
No los odiaba paro nuestra relación se volvió complicada cuando los confronte.
Los padres de Avril estaban vueltos locos con Kristin y Mikey llenándolos de preguntas, completamente emocionados.
Frank me tomo por la cintura y me abrazó .

—¿No saludaremos a mis suegros?- pregunto divertido. Aun se odiaban y probablemente lo seguirían haciendo.

—No- respondí mirándolo. -No creo que te quieran ver-

—Si que eres duro conmigo- rio bajo besando mi mejilla. -Ya van a llegar los novios, cariño-

—Oh Dios... me dará un infarto- me abanique con mis manos.

—No me quiero imaginar lo nervioso que te pondrás si nos casamos- Frank me apretó en sus brazos. -¿Nos casamos?-

—No es momento Frank- me hiperventile. -Pero si, si me quiero casar, tal vez no contigo-

—A veces te odio- me dijo tomando mi mano y llevándome al jardín del salón de fiestas. Cuando estuvimos fuera me tomo por los hombros. -Relájate, saldrá muy bien. No es la primera boda que organizas.-

—Pero es la boda de mi mejor amigo-

El rodó los ojos.

—Irá bien. Al finalizar iremos a tu casa, dormiremos como bebés y mañana te ayudaré con la mudanza.-
Lo mire un segundo a los ojos antes de besarlo.

—Tienes razón. Me relajaré y todo saldrá perfecto. Ya mañana puedo preocuparme de por qué acepté a ir a vivir juntos.- bromeé.

—Nos vamos a divertir, hoy y el resto de nuestras vidas- me abrazo. -Ya deja de decir que no quieres ir a vivir conmigo por que me sentiré triste-

—Sí no quisiera vivir contigo ni siquiera te hubiera dicho si el día que me lo propusiste- reí.

—Te amo-

—yo a ti-

Y esto podría ser el final, pero creo que en realidad estábamos empezando una aventura.
La fiesta fue un éxito. Nos divertimos mucho y bebimos como locos.
No dormí como bebé pues mi cabeza me dolía y pase toda la noche en vela con cara de odiar mi vida frente al televisor y Frank dormido en mis piernas. En cuanto el despertó subimos todas mis cosas a la camioneta que nos presto Bert y nos fuimos a la casa que compartiríamos.

Después de que el y yo fuimos a vivir juntos empezó la travesía más divertida del mundo. El continuo haciendo tatuajes, yo continué organizando fiestas.
No nos casamos, pero no hizo falta, aún sin ese papel firmado que hacía oficial todo el y yo éramos felices. Viajamos, conocimos, disfrutamos.
Supongo que a eso se refieren los cuentos que finalizan con un: "Y vivieron felices para siempre".

P O O R   B O Y //frerard// Donde viven las historias. Descúbrelo ahora