XXIX

273 46 27
                                    

Gerard no me había hablado en todo el fin de semana. No hice esfuerzo por contactarlo pues no lo quería presionar. Gerard solo me mando un mensaje de texto que olvide contestar. El no debía pedirme perdón, yo debería darle una explicación. Así que el lunes, cuando las cosas se calmaron, tome mis cosas y conduje hasta su casa. Toque la ventana de su cuarto un par de veces y tardo un poco en salir.
Había estado llorando, sus ojos estaban inchados y su rostro rojo. En cuanto me vio se lanzó a abrazarme llorando de nuevo.

—¿Todo bien?- Le pregunte sobando su espalda. El negó con la cabeza. -¿Quieres hablar de eso?-

Gerard de separo de mi y me miró a los ojos.

—Me iré- Dijo fuerte y claro, pero en mi cabeza todo sonó como un eco. -Mi padre logró recuperar su empress, están buscando Nuevo lugar para vivir.-

—¿Que?- Pregunte -Pero... será a Nueva York, ¿verdad?- lo mire. El asintió con la cabeza, aún no dejaba de llorar. Yo suspire.

—Cariño, relájate, podemos funcionar. Solo... puedo ir a verte un par de días a la semana, no es tan lejos. Y tú puedes seguir viniendo a trabajar, me gusta que estes conmigo en el trabajo- Trate de tranquilizarlo.

—¡No será lo mismo! No nos veremos en clases de nuevo. No podré estar contigo en las tardes molestando skaters, no podré dormir a tu lado. Frankie, no me quiero ir...- murmuro contra mi pecho. Yo suspire.

—Todo estará bien, no vivirás tan lejos de aquí, lo haremos funcionar- Trate de convencerlo y de convencerme a mi mismo. Siendo realistas esto complicaría un poco, pero no se volvería imposible.

Gerard me miro frunciendo el ceño.

—¿no me dejarás, cierto?-

—No lo haré, ya habíamos hablado de esto. De cualquier modo nuestros planes para el próximo año siguen de pie ¿no?- tome su mejilla y es sonrío con trabajos afirmando suavemente. Bese sus labios y lo mire a los ojos -¿cuando te irás?-

—están arreglando las últimas cosas, probablemente la próxima semana-

—Te iré a visitar cada que pueda y tú puedes venir cuando quieras - suspire -no llores más-

—Tengo miedo de que mis padres busquen separarnos ahora que pueden-  tomo mi mano apretándola con fuerza. -Mama y papá han hablado de divorcio y mi madre dice que si eso pasa nos mudaremos con ella a casa de la abuela.-

Apreté la mandíbula recordando que su abuela vivía del otro lado del mundo. Eso si estaba jodido. Además eso ya no dependía de nosotros, eso esa resultado de la decisión que sus padres tomarán. Acaricie su mejilla.

—Pase lo que pase tu siempre a estarás aquí- señale mi pecho -Y aqui- coloque mi dedo índice en mi sien. -Eres mi chico ¿no?- sonreí y el afirmo con la cabeza.

—Y tu eres mi chico.- susurró inclinando su cabeza hasta mi hombro, clavando suavemente su barbilla en mi cuello y suspirando. -Te juro que si te olvidas de mi alguna vez me muero.-

—No te olvidare- reí. -Ere el Rey del drama, bonito-

El tío también. Me miro a los ojos y me beso suavemente. Estaba en el cielo.

Hicimos una fiesta para despedir a Gerard y a su hermano, quien estaba igual de triste por tener que dejar a Kristin. Nos divertimos, bebimos, bailamos, nos besamos y jugamos baraja con los muchachos.
El día en que se iba fue un día que recuerdo a la perfección. Lo fui a ver en la mañana, me colé a su habitación (Como era nuestra costumbre) y le di un pequeño obsequio. Un estupido anillo de fantasía, era color esmeralda y no se veía tan horrible. Compré dos iguales, pues quería hacer una promesa cursi.

—Esa mierda es muy importante- reí. -Algún día las reemplazaremos por un par de anillos de oro o plata, pero por ahora es para lo que mi economía alcanza. Gee Gee, se que solo somos un par de tontos adolescentes, pero te quiero, y quiero estar contigo muchos años más, hasta que nuestro amor dure, que enserio espero sea para el resto de nuestras vida-

—Eres un maldito cursi, creo que me dio diabetes- Gerard bromeo colocándose emocionado el anillo. -No creo que sea necesario reemplazarlo. Lo usare siempre, y siempre que lo vea recordare tu carita- apretó mi mejilla, yo quité su mano rápidamente algo avergonzado.

Yo también me puse el anillo. Juntamos nuestras manos y como buen niño que se siente influencer Gerard saco un par de fotos.
Llego el momento de la despedida. No pudiendo evitar apretarnos en un abrazo. Gerard lloro y me hizo llorar un poco. Linds y Avril también fueron a despedirse. Fue un momento súper emocional. Y cuando Gerard por fin subió al auto y dijo adiós con la mano caí en cuenta de que en serio se había ido. Su casa estaba vacía. Ahora no tendría que traerlo de vuelta después de la escuela. Tampoco me colaría por la ventana por las noches para ver alguna película a escondidas en su habitación. No más bromas, no más besos en el receso, no más problemas causados por su extrovertida forma de ser. Gerard se había ido.

—¿Y si encuentra a alguien mejor?
Un estupido niño con dinero, jet privado y una casa en la playa. Hay muchos de esos a la escuela nueva a la que asistirá. Podría... soy fácil de reemplazar-

—Deja de decir tonterías. Gee te ama. No te haría eso nunca. Imagino que el está sintiéndose igual que tu, ahora que no está aquí estoy segura de que muchas tratarán de acercarse a ti y robar un poco de tu atención. Son predecibles- murmuro hermana limaba sus uñas.

—No quiero a nadie más que a el. Ya quiero irme a vivir a su lado. Nunca me he quejado de nuestra posición económica o del lugar donde vivimos pero en este momento desearía ser alguien más. Un estupido niño rico. -

Mi hermana me miro de reojo, yo abracé un cojín de la sala y suspiré. Quería a Gerard a mi lado.

P O O R   B O Y //frerard// Donde viven las historias. Descúbrelo ahora