P O O R B O Y //frerard//

XXX

Mi habitación ahora era enorme, me sentía perdido pues me había acostumbrado al pequeño dormitorio en NJ, ahora sentía que ese cuarto era demasiado grande.
Mikey dormía en el piso de arriba, lo que me hacía sentirlo muy lejano, y mis padres todavía dormían en habitaciones separadas en lo que decidían si debían divorciarse.
Ya me habían inscrito a mi antigua escuela. No estaba muy feliz por eso pues volvería a encontrarme con todos esos hipócritas materialistas a excepción de Bert, claro.
De hecho mi amigo ya me había ido a visitar a mi nueva casa, había dicho que era mucho más linda que el antiguo penthouse. Bueno, concordaba con eso. Ahora tenía jardín y suficiente espacio para un huerto.

Y el anillo... no me había quitado ese tinto anillo más que para bañarme. Frank ya había venido de visita. Mamá le dijo al guardia que no lo dejar pasar pero le ayude a entrar. El también pensaba que mi habitación era absurdamente grande   

—Seguramente nuestra futura casa no usará ni la mitad del espacio que tu actual habitación— había bromeado.

El verano pasó demasiado rápido. Todos los fines de semana fui al trabajo. Mamá se ponía completamente furiosa todas las mañanas cuando avisaba que iría a la parada de autobuses para ir a NJ. Esas visitas eran perfectas, pues después del trabajo (donde pasaba toda la mañana con Frank) mi novio y yo íbamos al parque de sakaters o a comer. Llegaba a mi casa rayando las doce de la noche. Mi madre me había amenazado con con quitarme el celular y el dinero para viajar hasta NJ. Me compre un celular nuevo con el dinero que había ahorrado, uno mucho más austero y mucho menos costoso que el que le devolví a mi madre.
Debieron ver lo furiosa que se puso.

No use las tarjetas de crédito ni una sola vez, procure usar mi propio dinero. Esa si era una forma de protestar al cambio que nuevamente no pedí.
Y lamentablemente el día más temido llego: inicio de clases.
Entrar a mi vieja escuela fue una mezcla de intensas emociones, entre ellas la tristeza, pues el caminar en los pulcros pasillos solo me hacía desear regresar a NJ.
Camine despacio, sujetando las tiras de mi mochila con fuerza y tratando de ignorar las miradas y cuchicheos a mi alrededor. Todos me observaban como si fuera un bicho raro. Supuse de inmediato que ro ropa tenía que ver. Yo no era el mismo de antes, con la fuerte crisis económica que viví descubrí que una marca no le da nada a la ropa, ahora solo usaba diseños de mamá. Yo los amaba. También llevaba puesta la chaqueta de la pandilla y creo que eso era lo que más llamaba la atención.
Llegue a mi casillero. Le hacían falta los grafitis que Frank le había hecho para molestarme, inhale profundo, se ti que iba a llorar. Quería mi vida de vuelta, junto a mi novio y mis amigos. Guarde mi mochila y solo tome lo que necesitaba antes de girarme y caminar a el aula.
Bert me alcanzó en el pasillo y me abrazo emocionado.

—¡Te extrañe tanto!- me apretó. Yo reí. -No te vuelvas a ir nunca-

—No prometo nada- Volvo a reír. -¿Que hay de nuevo en esta aburrida escuela?- pregunte abrazándolo por los hombros

—Nada, de hecho. Todos se han vuelto un poco más idiotas, pero eso no es relevante- dijo como si en serio no tuviera importancia.

—Tu eres un idiota- reí.

—Lo se... en fin ¿que tal tus vacaciones?-

—Tristes y aburridas. No he podido hacer nada con Frank desde que me mude. Mis papás siguen peleando por todo. Mikey se la pasa llorando mientras habla con Kristin y yo solo quiero que este año pase rápido para irme a vivir con Frank.- finalicémosla dejándome cae en la butaca. -¿Por que todos me ven como si fuera la parca o algo así?-

—Tal vez es por que traes una chaqueta con la insignia de una pandilla, no le se- se sentó frente a mi. -Ignoralos.

Trate de acerco, pero en serio todos me veían con una mezcla de miedo, asco y pena. Y sus caras empeoraron cuando a la puerta de la escuela vieron a un chico recargado en un viejo asunto color negro. Sin embargo yo no pude aguantar la emoción y corrí a saludar a mi novio y a su a su amigo. Bert iba tras de mi.

—Mi amor- Frank me abrazo con tanta fuerza que casi me deja sin respirar. Yo lo bese.

—Ugh- Andy y Bert repitieron al mismo tiempo. Yo reí.

—No Sean envidiosos- los mire negar -¿que hacen aquí?-

—Necesitaba comprar algunas cosas y tenía que venir aquí así que Frank me acompañó para verte un rato.- dijo Andy. —¿Quieren que los lleve a algún lado y después paso a recogerte, Frank?-

—Podemos ir a tu casa...- Fran me miro. Yo afirme.

Así que subimos en la parte de atrás del auto, Bert subió al frente en el asiento del copiloto. Seguramente mi amigo terminaría acompañando a Andy a donde quiera que este iba a ir, definitivamente no se quedaría con Frank y conmigo. No se arriesgaría ser ignorado por un rato.

Fran y yo íbamos abrazados, yo estaba recostado suavemente mientras el acariciaba co su mano libre mi cintura. Poco a poco se fue acercando a mi para besarme.

—Me estoy muriendo sin ti- murmuro. Yo pensé que eso era ridículamente cursi, pero aún así sentí como el calor subís a mis mejillas.

—También te extraño mucho- le respondí el beso, dejándome llevar por el momento, inclinando mi cuerpo suavemente sobre el y dejando que su mano bajara lentamente hasta poco antes de llegar a mi pierna.

—Deténganse, no quiero que ensucien mis asientos- Andy toco el claxon asiendo que nos separáramos de un brinco.

—Gracias por decirlo, me estaba sintiendo incómodo- Bert rio mirando a Andy quien también se rio.

—Que delicada- Frank se quejo. -No estamos haciendo nada malo... aun-

—Que asco- Bert ni nos miro, pero yo sabía que estaba bromeando así que solo reí.

—Cuando encuentres a alguien con quien te guste hacer todo esto yo también diré "que asco", cariño- Le dije dándole un empollón de hombros y regresando a los brazos de Frank quien me dejó un inocente beso en la mejilla.

—Bien, nos detendremos hasta que estemos solos- dijo fundiendo estar molesto.

—Gracias a Dios-

Frank me miro de reojo, el sonreía. Yo estaba feliz de que estuviera ahí. Podríamos pasar toda la tarde juntos, ver alguna película o alguna otra cosa. Lo que fuera, yo estaba feliz de tenerlo cerca.-