Empujo a Theo contra la pared para demostrarle quien manda. Antes de que pueda evitarlo, mis manos viajan hacia su pecho y se quedan ahí, sintiendo su piel.
Lo beso porque esta es la última vez, lo beso porque estoy cansada, lo beso porque no puedo soportarlo, pero lo más importante es que lo beso porque lo quiero.
Tengo miedo de que Theo me rechace; sin embargo, no lo hace. Su boca busca desesperadamente la mía mientras que yo lo atraigo más hacia mí. La necesidad de tenerlo cerca me ciega por completo hasta el punto de no saber que estoy haciendo. Mis manos arañan su espalda con el fin de tomar impulso y rodear mis piernas alrededor de sus caderas.
- Quieres quitarme la toalla, ¿No? - Theo se ríe y me atrae hacia su boca nuevamente.
Esto es lo mejor que me ha pasado en años, podría hasta llorar de la emoción, pero no todo es para siempre. Quiero detener el beso pero Theo no me lo permite, sus labios dejan los míos por un momento para dirigirse a mi cuello. Empieza posando suaves besos en el para después morderme, dejándome sin respiración.
- Theo... - No soy capaz de decir nada más.
- Ahora no. - Me dice dirigiéndose a mi clavícula.
Mi cuerpo entero empieza a temblar de la emoción, Theo y yo. Besándonos. Tocándonos. No podría pedir nada más. Theo empieza a avanzar llevándome con él, muerdo su labio en protesta. No quiero que se concentre en los pasos que da, quiero que se concentre en mí.
- Ten compasión de mí, Donna. - Theo me empuja hasta que mi espalda choca con su cama.
Beso a Theo como si mi vida dependiera de ello, él en respuesta me presiona el trasero. Con mucho cuidado se va posicionando encima mío, mientras que yo pienso ¿Qué diablos está pasando? Quiero jalar su cabello pero Theo coloca mis manos encima de mi cabeza para que yo no pueda hacer nada, no es justo, yo también quiero tocarlo.
Después de divertirse con mi cuello Theo empieza a subirme la camiseta, sus manos se detienen en mi abdomen y deposita dulces besos en él.
- Que me estás haciendo, Donna.
Lo que dice no suena como una pregunta así que no le respondo. Theo levanta la camisa hasta mis ojos, por lo que no puedo ver nada. Me siento expuesta.
Me besa en la boca, me besa en el cuello, me besa en el pecho.
- Mierda... - Digo. No podría sentirme más acorralada, con las manos arriba de mi cabeza y los ojos tapados, Theo me tiene toda a su disposición.
- Mierda... - Repite él. Continua besandándome hasta que sus manos llegan a la tira de mi brasier, está a punto de bajarlo hasta que se aleja de mí como si hubiera visto al mismísimo diablo. - ¡Mierda! ¡Gran mierda! ¡Donna! - Theo me mira asustado. - ¿Qué hice? ¿Qu-qué hicimos?
- Nos besamos. - Le digo mientras que me bajo la camiseta y me paro de la cama.
Terminó Donna, todo terminó.
- P-pero...tú...yo - Theo nunca se traba con sus palabras, sí que está asustado.
- Esta bien. Ahora escúchame. - Theo deja de arrancarse los cabellos para verme. Está esperando a que hable.
- Me gustas. - Digo.
Lo dije. Lo dije Dios, lo admití, lo admití frente a Theo, me siento...libre.
- Donna...yo...Maia... - Ya lo sé.
No dejo que la mención de Maia me afecte. Ahora soy más que fuerte.
- Me gustas, Theo. Me gustas de verdad. - Que no se te quiebre la voz Donna, que no se te quiebre. - Desde la primera vez en que nos vimos. Cuando me chocaste el carro. - Me detengo para ver si Theo me interrumpe con su mentira de "tú me chocaste" pero no dice nada, así que prosigo. - Hubo algo en ti que me atrajo desde la primera vez que te vi, pero aún no logró descubrir qué es. Siempre soñaba con el día en que tú también sintieras lo mismo por mí, pero ese día nunca llego.
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"Perhaps love" - (Theo James/ Dylan O'brien)
FanfictionSé que ha pasado un tiempo, pero ya es hora.