"Perhaps love" - (Theo James/ Dylan O'brien)

Capítulo 20

*No. P.O.V*

La tensión en la habitación no se disipó hasta que la señora salió de su cuarto con una cara más relajada. Donna y Marcus están sentados en el sofá tratando de procesar lo ocurrido cuando ven a la anciana acercarse hacia ellos.

- Perdón por lo que pasó. - La señora Dianne mantiene su mirada en el piso.

- Dianne, ¿Qué te ocurrió? - Marcus, que ya no soporta estar sentado, se para y coge a Dianne de la mano. - ¿Conoces a Donna de algún lugar?

Donna, al oír su nombre se para también. La señora la ha dejado tan nerviosa y asustada que evita cualquier contacto con ella.

- No... - Dice Dianne mientras que mira a Donna. - Es que me sentía mal y me desquité con tu amiga. Lo lamento.

- No creo que te hayas sentido mal Dianne, pareció como si hubieras querido alejarte de Donna. - Marcus no entiende lo que le pasa a Dianne y al ver a Donna asustada no puede evitar sentirse molesto con su "madre".

- Esta bien Marcus. - Donna decide intervenir por primera vez. - ¿Ya se siente mejor señora Dianne?

Dianne se queda viendo a Donna por unos más que largos 5 segundos.

- Si. Perdón si te asuste.

- Claro que no, perdóneme usted si la molesté. - Donna le sonríe; sin embargo, Dianne no le devuelve la sonrisa.

- Marcus, saldré por un momento. Ustedes quédense aquí. - Dianne está a punto de salir. Pero se voltea al último minuto. - Ya sabes Marcus, nada de pasar la noche con alguien en la casa.

Marcus se sorprende al oír lo que Dianne está diciendo. Ella nunca, nunca se había preocupado por Marcus y cuántas chicas llevara a casa, menos si se quedaba con ellas en su habitación porque confiaba en él y sabía que no haría ninguna cosa de la cual después se arrepentiría, pero por alguna extraña razón tuvo que comentarlo ahora.

- Claro... - Es lo único que el chico dice.

- Adiós, entonces. - Dianne sale y cierra la puerta. 

- Bueno, ya tenemos otra persona más en la lista que odia a Donna Clemm. - Donna se vuelve a sentar en el sofá.

- Claro que no te odia, Donna. - Marcus se sienta a su lado. - No sé que le pasó, pero estoy segurisímo de que Dianne no te odia, ella no odia a nadie.

- Yo puedo ser la primera.

- No digas tonterías.

- ¿Qué no diga tonterías? ¡Tu nana prácticamente huyó de mí! ¿Acaso no viste sus ojos? ¡Me miraban como si hubiera visto un monstruo! ¡Nadie nunca me había mirado con tanto horror! - Donna se frota la cara con las manos, la conmoción es tan intensa que sus ojos se llenan de lágrimas.

- ¡Es que no entiendo que fue lo que le pasó! - Marcus al ver a Donna en ese estado, la atrae hacia su pecho. - Tranquila Donna, estoy seguro de que tendré una explicación más tarde.

- Cuando el monstruo que te acompaña, o sea yo, se haya ido.

Marcus se mueve tan rápido que por un momento Donna piensa que la va a dejar caer en el sofá pero en vez de eso la agarra de los brazos para poder mirarla frente a frente. Donna suelta un gemido por la fuerza con la que Marcus la agarra, este al notarlo relaja el agarre.

- Nunca vuelvas a decir eso, ¿Oíste? Nunca. - El chico lo dice con tanta determinación y sin parpadear que si dijera cualquier cosa Donna le creería.

- Es-esta bien. - Donna observa como los labios de Marcus se van acercando peligrosamente. Cuando cree que va a besarla en los labios, él la besa en la frente. Aunque no quiera admitirlo, se siente un poco decepcionada.