Capítulo 25

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- Buen chico. - Me dice una vez que sus pies tocan el piso.

- No soy un perro para ser tu "buen chico." - Le digo mientras que me sobo el cuello. Juro que siento agujeros en el.

- ¿Se puede saber por qué llegas tan tarde? O mejor aún ¿Por qué viniste? Pensé que faltarías.

- ¿Para qué crees que vine Donna? - Le digo, mientras que observo toda la biblioteca.

- Que tonto, pudiste haber dicho que estabas enfermo.

- Vine por ti. No quería dejarte sola limpiando todo esto.

Espero el famoso "sonrojo" de Donna, pero este nunca llega. ¿Por qué no se sonrojó? Estoy seguro de que si hace unos días hubiera dicho algo "lindo" como lo que acabo de decir ahora, Donna se hubiera puesto como un tomate. ¿Qué cambió ahora?

- Esa no te la crees ni tú mismo. - Donna se voltea y recoje algunos libros que yacen en el suelo. - Ahora en vez de hablar, ¿Por qué no me ayudas limpiando toda esa columna de libros que está allá?

Miro hacia donde señala y me encuentro con un montón de libros unos encima de otros, están tan llenos de polvo que ni siquiera podría decir de que colores son las tapas.

- Los saqué del almacen.

- Bueno, ¿Y si los volvemos a dejar ahí? - Donna solo me mira y empieza a subir nuevamente la escalera.

- Ten cuida.. - No me deja terminar.

- Si ya lo sé, no quiero volver a caerme en tus brazos. 

***

Llevamos limpiando exactamente una hora todos estos malditos libros, ¿Es que en serio tienen que haber tantos? Tal vez no me aburriría si Donna me hablara, pero sus últimas palabras fueron "Eres un estúpido, Theo" de ahí, no me ha vuelto a dirigir la palabra.

- Hola. - Suelto de pronto. Tal vez si yo empiezo la conversación, ella deje de estar tan seria.

Donna levanta la vista del libro que ha estado limpiando y frunce el ceño.

- ¿Hola? - Me dice.

- No, dime "Hola".

- ¿Qué te ocurr..

- Que me digas hola.

- ¡Hola! ¿Feliz?

- Si. - Sonrío y vuelvo a limpiar "Razones para estar solo de por vida" Si, así se llama el libro.

- Oye... - Esta vez es Donna la que me habla.

- Dime. - Decido no mirarla para no intimidarla o algo por el estilo, pero algo me dice que esa Donna ya murió. La que tengo en frente mío es muy diferente.

Y quiero a la anterior de vuelta.

- Me enteré acerca de lo de Maia. Daniela lo estuvo gritando hoy día por todos los pasillos. - Rueda los ojos. -  Lo siento, seguro que querías tomarte este día y no pudiste por este estúpido castigo. Si quieres puedes irte, igual ya falta media hora para irnos.

Escuchar a Donna decir eso me molesta.

- Deja de preocuparte por los demás y empieza a preocuparte por ti, Donna. - Trato de suavizar mi voz para que no crea que lo digo de mala forma. -Te lo digo en serio, así como yo tengo mis problemas seguro que tú también tienes los tuyos y no sería justo para ti que yo me vaya. Además tú misma lo has dicho, solo queda media hora.

La sonrisa de Donna hace que de alguna forma me sienta mejor. ¿Cuándo fue la última vez que hice sonreír a esta chica? Debería de hacerlo más a menudo porque le sienta de maravilla.

"Perhaps love" - (Theo James/ Dylan O'brien)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora