La rabia que sentía en ese momento no se podía comparar con nada. Después de haberle contado toda mi historia a Dianne, todo el sufrimiento y dolor que padecí en aquellos años. ¿Cómo se atrevía a jugar con una cosa así? Mencionar a mi padre ya era caer muy bajo.
- No puedo creer que me estés haciendo esto, Dianne. - Trataba de mirarla a los ojos, pero me dolía hacer contacto visual con ella.
- Donna no te entiendo... - ¿Es que ahora se viene a hacer la confundida?
- ¡Cómo puedes decir que es mi padre! ¡Tú sabes perfectamente que el está muerto Dianne! - No voy a llorar no pienso hacerlo, la rabia no me deja.
- Pero..pero...¡Me acabas de decir que hablaste con él!
- ¡Yo no te he dicho nada! ¡Tú eres la que ha estado diciendo desde que entraste a la habitación cosas sobre un tal Johnatan! - La verdad es que cuando Dianne dijo su nombre no se me pasó por la cabeza que estuviera hablando de mi padre, es decir existen miles de hombres con el mismo nombre.
- ¡Oh, Donna! - Dianne se llevó las manos al rostro, era como si se hubiera dado cuenta (por fin) del gran error que había cometido. - ¡Lo siento tanto! Yo...yo pensé que..que hablabas de..
- Dime de una maldita vez Dianne. ¿Qué haces acá y de dónde conoces a esos miserables?
- Yo.. - Una gota de sudor caía por su rostro. - Lo siento Donna, pero no puedo contarte nada. Al menos no por el momento.
- Primero juegas con que mi padre está vivo y ahora no me quieres contar que está pasando. ¿Es que tienes que ver algo con mi secuestro? - Ahora que me pongo a pensar es muy extraño que Dianne haya llegado de la nada, es muy extraño que esos miserables le hayan hecho caso en todo. Es muy extraño que finja que mi padre está vivo.
Porque eso es imposible.
- ¡Por supuesto que no mi niña! ¡Yo no sabía nada de eso! Yo solo fui a la oficina para hablar con Johnatan.
- ¡Y sigues con la misma historia!
- ¡No tu padre! Otro Johnatan... - Sin embargo, Dianne no parecía tan convencida de lo que decía.
- ¿Sabes qué Dianne? No quiero volver a saber absolutamente nada de ti.
No tenía ni la mas mínima idea de en dónde me encontraba, pero mientras que estuviera lejos de esa mujer, no me importaba perderme. Sin hacer caso a los gritos de Dianne, seguí caminando en la dirección contraria. Lo mejor en este momento sería perderme ¿No? Todo sería mejor si me perdiera y no volviera a ver a nadie. Absolutamente a nadie.
*No P.O.V*
Había pasado una semana. Solo siete días y sin embargo tantos acontecimientos. Johnatan había amenazado de muerte a Dianne, si no le entregaba a Donna. Marcus había llamado a Donna por una semana y hasta ido a su casa, pero esta no se dejaba ver, ni hablaba con nadie. Había faltado toda esa semana al instituto. Theo al ver que Donna no iba, decidió que ir al instituto era una pérdida de tiempo. El regreso de Maia cada vez estaba más cerca y eso ponía a Theo muy nervioso, porque no tenía ni idea de como iba a reaccionar la chica al enterarse de que él ya no quería nada con ella.
Donna se encontraba en el bus. En el bus que la llevaría a su antigua casa. Después de pasarse todo el fin de semana pensando en si debería ir o no, decidió que ya era momento de afrontar sus miedos. Pasaría por el mismo lugar, pasaría por el mismo orfanato. Esa vez, con Marcus a su lado, no estaba lista. Pero después de pensarselo bien por esos siete días, en los cuales solo pensaba en las palabras de Dianne, y cuanto odiaba que esta fuera parte de la familia de su novio, decidió que ya era momento de afrontar sus miedos. Así como Marcus le había dicho una vez, ella era la única que podía salir de su propio laberinto. Y si lograba ir hacia allá, sin que le diera un ataque, pues ya había logrado mucho.
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"Perhaps love" - (Theo James/ Dylan O'brien)
FanficSé que ha pasado un tiempo, pero ya es hora.