Capítulo 19

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Hoy es un nuevo día, un nuevo día de una nueva vida. Todo el dolor, sufrimiento, rencor y desamor que sentí en todo este tiempo, ya no está. Se ha ido. Ahora que me doy cuenta, pudo haberse ido desde el día en que comenzó pero yo no quería, me negaba a dejar de sufrir. Y es por eso que creo que todos somos masoquistas, tenemos tanto miedo de ser felices que nos quedamos en un estado en el cual no permitimos que nada bueno entre por temor a perderlo. Yo era así hasta que lo conocí. El me cambió.

Yo nunca me había enamorado, pensaba que eso de enamorarse era algo falso, que uno nunca podría alcanzar el amor absoluto porque simplemente no existía, no importaba cuánto desearas amar a esa persona o que te amen, tu no eras esa persona, no eras parte de su cuerpo, ni siquiera de su corazón. Esa idea había sido implantada en mi cabeza desde muy niña, era imposible pensar en otra cosa que no sea más verdad que esa. Pero todo con el tiempo cambia, si, mi idea no había sido removida pero si modificada. ¿Tenía que rehusarme a amar o ser amada solo porque nunca me amarían de la manera en que yo quería? No. Y Theo me había ayudado a descubrirlo. Puede ser que el amor absoluto no exista pero el amor que todos conocen si. Me refiero a ese amor de película, ese amor del cual hablan todas las canciones, ese amor por el que todos sufren, ese amor si existe, y supongo que yo estaba en el medio de todos esos. Y como buen amor de película, tenía que acabar.

Cuando algo te hace sufrir solo tienes que sacarlo de tu vida, yo no podía seguir esperando por alguien que jamas iba a venir. Si el amor que yo quiero no existe, ¿Por qué tenía que seguir luchando por otro? No tenía por qué. Y esa era la respuesta que necesitaba. Está más que claro que nunca podría olvidarme de Theo porque uno no puede olvidar las cosas que hizo o sintió en el pasado o nunca aprendería de ellas. 

Es momento de dejarlo  ir y al dolor, es momento de ser feliz.

- ¿Qué le habrá pasado al idiota? - Mía piensa que con llamarlo idiota ya puede mencionarlo. No tiene por qué hacerlo.

- Ese idiota se llama Theo, Mía. No te preocupes no tienes por qué llamarlo así. Y no, no lo sé ya es una semana desde que no viene.

Y en efecto así era, después de nuestra despedida, no había vuelto a ver a Theo. Maia se me había acercado unas cuantas veces a lo largo de esta semana para preguntar si es que sabía algo del susodicho pero yo estaba sumida en la misma incertidumbre.

- ¿Le habrá pasado algo?

- Espero que no sea nada malo. - Digo. El timbre que anuncia el comienzo de las clases suena.

Tengo que esperar 5 segundos.

1...2...3...4...

- Hola mi amor. - Calculé mal, pero no pasará a la próxima.

Me volteo para besar a Marcus (en la mejilla) toda esta semana ha estado haciendo lo mismo. Toca el timbre y ahí está él, evitando que entre al salón sin saludarlo primero. Me está llenando el alma de ternura.

- ¿Hoy día también saldrás tarde? - Le pregunto. Marcus ha estado practicando toda la semana para el partido que tendrán los Frosters la próxima semana.

- Desgraciadamente si, no tienes idea de lo que cansado que estoy. - Ya que nos toca la misma clase, nos dirigimos juntos al salón.

- ¿Y si no vas a este entrenamiento?

- Tú irías a mi funeral. - Todos conocen al entrenador, lo cuan loco que puede llegar a ser si el equipo pierde algún juego. ¿Y qué pasa cuando pierden? Pues culpa a los que no fueron a entrenar, y si es que lo hicieron, los culpa por no haber entrenado lo suficiente.

"Perhaps love" - (Theo James/ Dylan O'brien)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora