Capítulo 30

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*Theo's P.O.V*

Ya han pasado 5 días, pero ella nunca vino. Cada día me levantaba con la esperanza de verla a mi lado, con los cabellos revueltos y un hilo de baba cayendo por su boca. Me imaginaba a mí, despertándola, tratando de no asustarla, y después sus brazos rodearían mi cuerpo haciéndome sentir una de las personas más queridas de este mundo. Sin embargo, cada vez que trataba de imaginarme su cara, solo veía una mancha blanca en su lugar. Algunas veces me imaginaba a Maia, su rostro pálido, sus ojos grises, como sus delicadas manos acariciaban mi cabello hasta que de reperente su rostro se tornaba un poco más oscuro, bronceado para ser más específico, sus ojos se volvían marrones y sus manos dejaban mi cabello para empezar a tocar mi cuerpo. Era Donna.

Era inevitable que todos mis sueños acabasen así, creyendo estar con Maia para después darme cuenta que no era ella sino Donna. ¿Por qué? ¿Por qué ella? Debo de admitir que he estado pensando mucho en Donna últimamente, la promesa de que volvería sigue estando conmigo al despertarme cada día.

Gracias a Thomas mañana podré dejar este mugroso lugar pero también tendré que ir a hablar con el idiota de Robin, ese es el trato que mi jodido hermano propuso, y bueno no puedo esperar a salir de aquí. Ya que Donna nunca volvió las cosas se pusieron bien aburridas y mi paciencia se agotó. Puede ser que Robin sea un tarado pero mentiría si digo que no te ayuda a pensar, tal vez con su ayuda pueda descubrir por qué diablos esta chica se ha estado metiendo en cada pensamiento que ha cruzado por mi cabeza.

***

- Theo, ya llegué. - Thomas entra por la puerta justo cuando estoy por pararme de la cama.

- Ah si, no sabía. - Thomas me mira y suelta un bufido.

- Pensé que ya estabas listo. Te dije que vendría a las 10.

- Me quedé dormido. - Le digo a la vez que un bostezo sale de mi boca.

- Robin vendrá a la casa a las 11 así que tenemos que apurarnos.

- ¿Tanner sabe sobre... - Thomas al parecer lee mis pensamientos porque se apresura a decir.

- Por supuesto que no, él no entendería, es más hasta creo que no está enterado de todo lo qué pasó... - Se queda callado observándome. Aún se le hace difícil hablar sobre aquellos años. - Además estoy seguro de que se burlaría de ti por mil años al enterarse que tienes un psicólogo.

- Si a eso se le puede llamar psicólogo. - Le digo. - De todos modos, ¿En dónde está?

- Se fue a visitar a un amigo.

- Claro, a su hermano le van a dar de alta y él decide visitar a un amigo.

- Yo le dije que vaya, Theo. Si se hubiera quedado en la casa hubiera visto a Robin y eso...

- Si ya lo sé, una mala idea. Tienes razón, es mejor así.

- Bueno, ¡Cámbiate de una vez que no tenemos todo el día!

- Ya, ya.

Me estoy quitando la bata cuando escucho unos gritos que provienen del corredor " ¡Ya le dije que no puede entrar señorita! "  " ¡Solo será un momento, después me iré lo prometo! "  " ¡El paciente ya tiene un acompañante no se permite... "  " ¡Ahorita vuelvo! "

Los gritos cesan cuando la manija de la puerta empieza a girar y una figura aparece en la habitación cerrando la puerta.

- ¿Donna? - Dice Thomas.

- ¿Thomas? - Dice Donna.

- ¿Donna? - Digo.

- Ya, bueno. Si, yo soy Donna, él es Thomas y tú eres Theo, ¿Podríamos dejar de actuar como si no nos conociéramos? - Thomas suelta una carcajada.

"Perhaps love" - (Theo James/ Dylan O'brien)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora