— ¿Vas a ir ya? —La pregunta hace presión sobre su pecho—... ¿Qué? ¿Vas a esperar a que te voltee a ver o...?
— ¿Sabes qué? ¡Si te pedí que estuvieras aquí no era para que me hicieras esto más imposible!
YoonGi y TaeHyung están de pie, en la esquina donde inicia la hilera de casilleros. Llevan ahí de pie aproximadamente diez minutos. No han hablado de más cosas que de las diez mil quejas de YoonGi por estar ahí en la tarde. TaeHyung intentó calmarlo los primeros cinco minutos, pero en cuanto observó a su objetivo, su cabeza se bloqueó.
TaeHyung no es una persona tan segura de sí misma. La mayoría del tiempo se la pasa haciendo cosas que no tienen nada que ver con lo que un "joven promedio" haría. Quizá es un tanto extraño, por decirlo así, pero resulta en hacerle feliz. En ese instante, con el cabello castaño claro, y unos ojos que probablemente se mantenían más cerrados que abiertos, intenta sacar la poca seguridad que alberga su corazón para afrontar la realidad más dura de un chico de 17 años: hablarle a la persona que le gusta.
Para llegar a ese preciado momento, dos meses de anticipación, muchos borradores y la importante (y molesta) presencia de Min YoonGi fueron fríamente planeados. En su cabeza, la idea de una perfecta confesión era como su película favorita.
— Es solo un chico.
— ¡No es solo un chico! Él es "el" chico —admite TaeHyung. Teme que sus voces suenen demasiado fuertes, por eso se mantiene en silencio.
La verdad es que JungKook le gusta. Ese es un gran problema. Desde hacía un año y medio observa cada día al chico; no existía siquiera un día donde él no tuviera en cuenta la importante presencia de Jeon JungKook.
— ¿Qué es lo peor que puede pasar? —cuestiona YoonGi. Parece restarle importancia, pero TaeHyung no lo ve en ningún sentido de esa manera—. ¿Que te rechace? ¿Eso es lo peor?
Algo en TaeHyung se remueve al pensar en el rechazo. Un escalofrío le recorre la espina dorsal y, de pronto, se sacude como queriendo quitarse de encima las malas vibras. YoonGi le observa con una media sonrisa, procurando no restarle la supuesta importancia que TaeHyung parece darle a todo ese absurdo tema.
— Lo peor sería que acepte ser mi novio.
JungKook nunca se ha caracterizado por ser el novio ejemplar. Su increíble atractivo, la manera en la que sonríe, y sobre todo, su importante manera de ser uno de los principales protagonistas del equipo de basquetbol, claro que esas cosas sí se apegan a la idea del novio perfecto; pero cuando se trata de una relación "seria", el tipo no tiene ninguna aptitud.
— ¿Eh? ¿Vas a decirle eso así nada más? —insiste YoonGi acercándose a TaeHyung con los ojos bien abiertos.
Tae se hace hacia atrás y mira de reojo que JungKook no se haya movido de su casillero.
— Eh, sí... ¿Es demasiado pronto? —pregunta. La mirada de YoonGi es severa, algo así como diciéndole que probablemente era lo más estúpido que le ha escuchado decir.
YoonGi se recarga sobre la pared, y viéndole de manera rara, habla.
— No lo sé. Quiero decir, ¿qué sentirías tú si alguien llegara y te dijera "Oye, sé mi novio"? —Min YoonGi nunca ha sido bueno dando ánimos, pero la mayoría de veces tiene razón al reprender a alguien—. Además, ¿no es que el que te diga que sí es lo mejor que podría pasar?
TaeHyung recarga la cabeza sobre la pared, sintiéndose abrumado por todo. Hace un lloriqueo falso y niega varias veces. Sus cabellos castaños se mueven de un lado a otro. Seguido, siente la mano de YoonGi en su espalda.
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Love Ends | kookv
FanfictionKim TaeHyung le pide a Jeon JungKook que sea su novio. Aunque el pelinegro está catalogado como la peor pareja del Instituto, decide no rendirse. Lo que caracteriza al pelinegro es aquel desinterés y la seriedad desbordante que te hace querer...